Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tonino

La sección

Tonino Guitian

La cultura está debajo de los adoquines

Lo que los fantasmas del periodismo y el entretenimiento pasado como yo llamábamos ‘contenidos’ son hoy en día rellenos de sujetador

Los viandantes ocasionales pueden estos días disfrutar, como si fueran académicos, del espectáculo arqueológico gratuito y casual que se ofrece estos días en las zanjas de la calle María Cristina, abiertas para la renovación de las canalizaciones del agua potable. El adoquín puesto al descubierto puede parecer un montón de piedras ordenadas sin sentido, pero, para los estudiosos, supone la interpretación de la vida en nuestra ciudad cuando fuentes y balsas eran imprescindibles para la industria de la seda del siglo XVI.

La expectación no ha sido tan grande como la que produjo el encallamiento del portacontenedores BSLE Sunrise frente a El Saler. No se puede comparar el orgasmo que produce ser testigo de un cataclismo con el trabajo intelectual que supone la observación de unos restos a los que nadie ha prestado atención en siglos.

Las noticias son hoy continuas sorpresas que duran poco porque aprender nos supone un esfuerzo sobrehumano. ¿A quién le importa en el 2021 si la plaga de pebrina, el hongo que atacó a las larvas de los gusanos de seda, provocó el hundimiento de la sericultura? Que se arrancaran las moreras para plantar los emblemáticos naranjos que hoy conforman nuestro paisaje, si la necesidad de importar guano para este nuevo cultivo popularizó los paneles de azulejos modernistas con la silueta intimidatoria de un campesino a caballo sobre el lema ‘Abonad con Nitrato de Chile’, o que en la composición del nitrato intervengan imprescindibles moléculas de oxígeno para el crecimiento de las plantas, es irrelevante para la legión de likes que condiciona lo que hoy es digno de interés para el consumo. De nota es saber que los estudios de Pasteur y Mendel fueron empleados por el naturalista Giovanni Tranquilli para combatir la pebrina mediante cruces genéticos del gusano de seda: estos animales ya no nos aprovechan y la gente desconfía de los avances de la ciencia hasta para vacunarse contra lo que les está destruyendo.

Mi pesadilla desde niño ha sido no poder entender este mundo. Hoy, es que este mundo no entienda nada. Hablo con los influencers de las redes y no me sorprende que ignoren que la información no se democratiza aportando tu personal visión del mundo a través de tu móvil. La información es un servicio público que se regula como el servicio de taxis: si todos pudiéramos parar nuestro vehículo y abrir la puerta del copiloto a quien levantara la mano en la calle, el servicio de taxis desaparecería entre la confusión del turco.

También es inútil explicar que la televisión -la pública y la privada- es una concesión regulada en normas concretas por los estados, porque su misión es informar, formar y entretener y no opinar, pervertir la realidad y distraer. Pero la gente necesita trabajar y ganar dinero para pagar el wifi. Quien tenga interés en explicar que la desaparecida calle de las Fuentes existió porque las impurezas de la seda se decantaban en lebrillos y balsas no tendrá público, porque hoy es imposible que nadie distinga un lebrillo de una palangana, la cultura de la civilización o entre un espectáculo artístico, un fenómeno o un ladrillo.

Lo que los fantasmas del periodismo y el entretenimiento pasado como yo llamábamos ‘contenidos’ son hoy en día rellenos de sujetador. Se les da un imposible carácter divulgativo en un ambiente donde las faltas de ortografía dan fe de que la acción de las organizaciones encargadas de defender los intereses económicos, profesionales y sociales de los trabajadores han fracasado frente a la necesidad del consumo. Sin embargo, a veces sucede algo que, a falta de una definición más certera, podemos catalogar de milagro: que el infantil asombro anodino se convierta en una constructiva curiosidad adulta y que antes siquiera de empezar a abrir los ojos ante lo extraordinario no tengamos la respuesta preparada, sino un montón de preguntas. 

Compartir el artículo

stats