“Somos las señoras que pintan”. María Martínez (María Galleta) define así el concepto que se tiene de la mujer muralista urbana (street art). “Nosotras íbamos al rebufo de ellos, éramos las exnovias, las novias, no teníamos ni nombre, lo heavy es que se mantiene a día de hoy”. Artista polifacética, desde que empezó a pintar grafitis, ha vivido anécdotas concernientes a su género que ratifican la invisibilidad de este ¡también! en tal parcela. Relató como en una redada grafitera detuvieron a todos sus compañeros y a ella no, aunque también pintaba.Hay gente que se sorprende al verla en plena actividad y exclama: “¡Ah! ¿Estas pintando tu sola?”. Este es el “paternalismo constante”. Todo “es un parche para una desigualdad sistémica” tal como aflora en festivales donde, “nos han metido a todas en un gueto”. María, valenciana, briosa y sintética, al contrario de charlistas que tamizan discurso y entonación tras instalarse en el coladero institucional, declara sin ambages el patente retroceso manifiesto con la represión a los murales del 8M (8 de marzo, Día Internacional de la Mujer).

Poliniza Dos, Festival de Arte Urbano de la Universidad Politécnica de Valencia en su decimosexta edición rememoraba a Tamara Djurovic (Hyuro), autora de murales controvertidos, desafiantes y aclaratorios como el que plasmó la aberrante sentencia sobre el denominado caso de “la manada”. Un torso con negra toga judicial, sin piernas ni cabeza en el que resaltaban las peculiares puñetas, puños blancos bordados y de encaje que antaño se realizaban carcelaria y monacalmente. Recordaba el artista urbano valenciano Vinz que “salimos todos (todas) a las calles, el delito en sí fue criminal, todo el mundo me decía: tienes que retratar eso; pero me parecía tan terrible que no pude hacer nada”.

“Por desgracia en el Carmen ya no queda ninguna obra de Hyuro” a pesar de que fueron muchas las intervenciones en el barrio de Velluters de esta artista argentina, fallecida hace poco más de medio año. Vinz, licenciado en Bellas Artes, como interviniente de la mesa redonda titulada Rompiendo el muro de cristal, charla a cinco voces realizada en el auditorio Alfons Roig de la facultad de Bellas Artes, puntualizaba que “en el arte urbano es muy importante el entorno, crear un diálogo entre el muro y el entorno, crear un debate”. El público, setenta personas concienzudamente computadas a la entrada del salón como medida sanitaria, representaba las jóvenes hornadas del estudiantado artístico. Vinz conoció a Hyuro en Nueva York hace una década, hijo de madre activista admite que se ha “zampado un mogollón de conferencias” reivindicativas y, en base a tal experiencia, preconiza la importancia de “conseguir la síntesis” de cualquier mensaje. Cada idea “la machacas, la estrujas” hasta ser capaz de que “cualquier persona entienda la obra” tal como hacía Hyuro, fijando “todo su interés en la mujer”.

Atlanta (Estados Unidos): Muros con vida. Año dos mil doce. Una mujer con piel de lobo se va deshaciendo de ella hasta quedar desnuda. Mural pintado por Hyuro. Lindante a una iglesia y una mezquita. Creó tal rechazo en el entorno social que hasta se notició en el New York Times. Finalmente se tapó. ¿Por qué destruir “una obra de arte en el entorno urbano”? ¿Tan inaceptable es generar reacción personal o colectiva en quien siente la alusión como propia?

“¡Tamara ha fallecido pero Hyuro no!” exclamó Vinz quien en sus trabajos como muralista gusta de “poner un punto de mira, a ser posible con un poco de humor”. Citó a Luis García Berlanga y la respuesta que dio al ser preguntado durante una gala por su rechazo a lucir una pegatina en contra de la guerra de Irak. El director de cine valenciano adujo tajantemente: “Yo cuando estoy en contra de algo lo digo a través de mis películas”.

¿Realmente se está gestionando para declarar los murales urbanos como obra de arte? ¿Qué pasará con los murales de Hyuroo en el Cabanyal y La Punta? ¿Cuándo se vetaran demoledores procesos de turistificación que arramblan con artísticos murales urbanos y hallazgos arqueológicos? “La huella de las manos, tanto en negativo como en positivo, constituye la forma más elemental de decoración mural prehistórica, este tipo de huella aparece en varias cuevas españolas y francesas” en colores rojo y negro logrados a base de pigmentos de hierro y manganeso, inicia su publicación sobre la pintura la exprofesora italiana de Historia del Arte Medieval Colette Dufour Bozzo.

Julieta.XLF (Por La Face), Nena Wapa Wapa, Barbiturikills son algunas muralistas grafiteras valencianas. Shamsia Hassani artista iraní, en los muros lleva a cabo una comprometida lucha feminista. Bambi, autora londinense mantiene su anonimato, realizó un mural sobre la reina Isabel II.

¿Todavía se argumenta: “Tú no eres una artista, tú no eres hombre”? Al inicio de la conferencia se apuntó que Hyuro, ante todo, “quería que la considerasen como una artista por derecho propio y no de género, necesitaba evocar los problemas sociales, estaba furiosa por las injusticias, para sacar todo eso tenía que conectar con sus experiencias, era muy fuerte pero también muy sensible”.

“Su grupo de colegas eran todos tíos” refiere Vinz de Hyuro y por eso al acabar las sesiones era con ellos con quien se iba a tomar una copa. “El modelo es el androcentrismo” apunta la docente Inma Milán que aludiendo al feminismo señala: “Ha sido inteligentísimo, te coge de la mano”. “Señores blancos hetero cis están en todas partes” afirmó María Galleta.

Hyuro visibilizaba la economía feminista, los trabajos hechos por las mujeres y su inestimable valor, “sin ellos la sociedad no funcionaría” recalca Milán cuestionando si las mujeres son consideradas como ciudadanía de primera al margen del trabajo que realicen.

El arte urbano teje redes y en trabajos colectivos hasta se prestan utensilios. Grúas, andamios, permisos, cada obra conlleva gestiones oficiales y privadas, aprobaciones por parte de Patrimonio y paisajistas. En ocasiones artistas del grafiti se juegan la vida, el dinero y también la libertad dada la índole reaccionaria y rupturista de obras que se clavan como se clavaban las agujas de los maleficios que María de Médici, reina consorte de Francia, se dice realizaba en pequeñas figuras de cera.

“El espacio público es de todos (todas)” añade el también fotógrafo y coautor con Hyuro de tres murales. “La ciudad es como está viva, es necesario que sea así”.

¿Por qué los consistorios privatizan la limpieza de grafitis? ¿Se puede vivir del arte urbano, del grafiti, de los murales? Hay empresas o colectivos que facturan por metro cuadrado, estilo y desplazamiento a la hora de ejecutar murales en patios, habitaciones, persianas comerciales, fachadas, piscinas, guarderías. ¿Por qué se persigue el muralismo urbano? ¿Multas de dos mil y tres mil euros? Pinturas sin disolvente, sin plomo, sin experimentación animal, de fabricación en proximidad. ¿Por qué no existe protección legal generalizada a murales con valor artístico? Muralismo grafitero para las masas, en contraposición al arte minoritario y exclusivista. Es sabido que toda vanguardia artística precede a la “creación de un mundo nuevo”.

Jacques Maudit asintió en su libro 40.000 años de arte moderno: “El arte, como todo, obedece a las leyes de la evolución…todo está escrito para quien sabe leer”.