“He corrido más que una cabra en el monte, ya lo he hecho todo, menos ser madre todo”, comentaba Antonio Campos “La Margot”. Con el apoyo del modisto de alta costura Juan Izquierdo Sorli en maquillaje, vestuario, complementos y peinado, además de la colaboración de Ramón y Fina Inglés saltó a la actuación en La Cetra (barrio de Velluters). “Salía como una reina y con el pecho sin depilar, con más pelo que Tarzán”. Trasgresión de un camionero que hace de Sara Montiel, la cual reconocía su trabajo aunque “nunca me dijo que bien me imitas”. El transformismo lo conforman “personas que han sufrido mucho”. Francis, transformista, fue asesinado en Rentería, según declaración del encargado del local donde trabajaba compilada por Juan Barba para el libro sobre La Margot. “El policía nacional “parecía estar borracho del todo”. Le dijo “que le iba a dar dos tiros” a la vez que sacaba su arma reglamentaria. En ese momento Francis, que se encontraba en la barra, a poca distancia, dijo “¿por qué no me disparas a a mí? El policía nacional, según el encargado, se volvió y disparó”.

¿Cuántas armas de fuego proliferan en calles y hogares en España sin contar las de quienes tienen licencia 007?

Al final, cuando las candilejas se apagan y habiendo trabajado constantemente ¿qué apoyo económico efectivo y personalizado reciben las personas mayores de la farándula? ¡nada! ¡penuria, olvido y desprotección! “Tengo una paguita de mierda”, confiesa Margot ante una sala con representantes del heterogéneo cosmos de la cultura entre los que se encontraba el dibujante Jesús Padilla, “Padilla es para mí muy importante”. Relator gráfico oficial del transformismo y espectáculo valencianos con cartelería para La Cetra, “La gran noche de los travestis”, Margot Follies con Clara Esmeralda, Margot La Beterana, 1920 Company Music Hall o el de “La erotísima Doña Inés según Margot”. Así mismo Padilla coorganizaría en los ochenta, en el Aula de Cultura de la por aquél entonces Caja de Ahorros de Valencia, la 1ª y 2ª Visión del Espectáculo donde La Margot fue una de las rutilantes estrellas. 

“Hay una parte muy importante de la historia que no se cuenta, este libro es un viaje como La Iliada de Ulises”. Juan Barba bibliófilo LGTBIQ+ ha escudriñado para documentar puntillosamente el trabajo titulado: La Margot. Un paseo por el transformismo valenciano. “Un homenaje a todos los transformistas que sentaron las bases de un protesta con canciones, con lentejuelas” dijo Rafael Solaz, escritor valenciano y coautor del libro presentado en el MUVIM. “Teníamos años de contestar al franquismo, la palabra libertad era todo lo que buscábamos en ese momento” refería Solaz sobre los años setenta. “Vi un ánimo de cambiar cosas” en Margot y Sareta-Sareta (Daniel Tortosa). El cabaret cobijó esa rebeldía con voluptuosidad y desparpajo.

¿Se tendrá que volver a las insinuaciones y críticas soterradas para eludir multas y judicializaciones? ¿Realmente desaparecieron los mimbres autocráticos? “Protestábamos contra esas situaciones y pedíamos la igualdad” apostilla el también estudioso de la sociedad valenciana Solaz.

“La burguesía que estaba suplantando a la nobleza en su papel de minoría dirigente. Había impuesto en la sociedad su criterio mojigato y mezquino, con la eterna excusa de proteger las buenas costumbres, como si una cosa no existiese por el mero hecho de no mencionarla” prologaba el intenso literato Jacinto León-Ignacio Ruiz de Cárdenas en Relatos para leer en la cama.

“El mundo del transformismo que empezó en La Cetra, ¡todo eso ha desaparecido ya! años que califico de un mundo perdido, hay un enemigo total que son los botellones, otro enemigo de las varietés es el streaming (contenidos transmitidos en tiempo real) era una gran liberación ir a locales donde hombres se vestían de mujeres”. Rafa Mari Sancho, articulista en la Cartelera Turia y en Party, revista del entorno gay donde firmaba como Raim puesto que  “tenía que hacerme mi carrera como periodista”. Notario mayor de una edad dorada en la que algunos locales como La Cetra, Belle Époque, Claca, Lady´s, Balkiss, Fumeral,  Dominó Rojo, Bataclán, Compactus, Pussycat, Robert´s, Cimi´s, Covarrubias, Caballo Blanco, St. Tropez, Boliche, Farmacia de Guardia, Victor´s o Color´s reunían a la intelectualidad que se zafaba de cuanto rezumaba régimen. “Una sociedad que salía de una larga dictadura” se oxigenaba en aquellos intersticios, disidentes e íntimos, recelosos de cierres forzosos o violentos sabotajes. “El Corso es el antiguo Napoleón que, por si no lo sabíais, se quemó la noche del orgullo gay, y se cree que lo quemaron los “boys” de Fuerza Nueva” escribió en mil novecientos ochenta Encarnita Duclown (Josep Manuel Llàcer) para la mencionada Party según rescata Barba.

“Hay mucha gente que no está de acuerdo con que su familiar se dedique al transformismo y cuando muere todo acaba en el contenedor”. Recopilar datos es una hazaña. Es “la historia del tardofranquismo donde el activismo se hacía en los escenarios, fue un momento histórico, creando referentes que no existían, el único que había se tuvo que largar: Miguel Molina”. Barba mientras proyecta fotografías relata peculiaridades de artistas como La Champán (Emili Grau), “Champi era del PC (Partido Comunista), Sareta Sareta creó un personaje, por la mañana trabajaba en una farmacia y de noche ponía copas en La Cetra. Angie Wells (Ángeles Alberca) fue la primera mujer trans que decidió hacerlo en Valencia (el cambio de sexo), la primera operación de cambio de sexo en Valencia, las monjas la sacaron del hospital aún sedada” al grito de que allí  no se hacían esas cosas. Mimí Pompón, Yuma, Inma Roy, Rampova, La Bella Saló, Twiggy, Carra, Loren, Betty, Condesa Sandreli, Tania, Thais, Vianca, Darling Lili, Greta, Clara, Amadorova.  

“Si dices que eres gay tu propia familia te echaba de casa” padres y madres llamaban a la policía como en dictaduras homófobas que tratan de multiplicarse. Aquellas noches radiantes, divertidas, atrevidas ¿Dónde están? ¿Por qué de un plumazo las lentejuelas, pelucas, canciones  beligerantes, gestos y osadía se han esfumado? “Todos los locales han desaparecido”. No existen personajes como Javier Sanz (Marilyn) que “acabó enrolándose en la compañía de Lindsay Kent”. A Marilyn “le sigue homenajeando la compañía en su web todos los años” ¿Y aquí qué? Lo de siempre. Críticas, olvido, demonización y chascarrillos vejatorios. ¿Cuándo la cultura en España abandonará plenamente la memez?

“Los (las) artistas debemos ser críticos, hacer arte político, arte controvertido, polémico” afirmaba en la entrega de los Premios Museari queer art, el artista madrileño Abel Azcona. “Me han denunciado con varias querellas criminales, estoy más acostumbrado a denuncias que a premios, estamos sufriendo un retroceso brutal”, la Archidiócesis de Pamplona y la Unión Tradicionalista Carlista se ceban en este creador performativo hostigándole al igual que “la fundación Francisco Franco y los llamados Abogados (abogadas) Cristianos”.

“Cuando una lleva una vida como la mía lo último que piensa es que le van a dar un premio”. Alicia Ramos recibía su galardón de manos de Germán Navarro preguntándose “¿por qué me premian ¡por guapa!?”. “Soy trans y hago canciones, y ¡ya está! como podría ser pelirroja o miope”. Esta intérprete de melena rubia y con vestido corto floreado cantó tres temas incisivos: “Resistimos a pelo y conseguimos salir”, “nos entrenamos para siempre seguir”. Reconociendo que “esto de la música no es un camino de rosas a no ser que seas hija de Julio iglesias”.

“Nuestro trabajo, nuestra pasión es importante, estamos luchando para que nuestro espacio en la sociedad se respete, la época lo requiere”, Óscar Hernández-Campano fue distinguido por su incuestionable calidad literaria y el tratamiento de la realidad LGTBI en sus obras. Dedicaría su diploma a Samuel y “a todas las víctimas de la LGTBI fobia”.

“Soy lesbiana, como profe de la universidad, como mujer visible lesbiana” así lo comuniqué a mi alumnado, “tenía esa necesidad”. Tatiana Casado Staritzky, doctora en Filosofía y Trabajo Social, aún recuerda comentarios familiares como: “que se me pasaría rápido”, o, “mejor que ser drogadicta”.

“No sigas tratando estos temas si quieres hacer carrera universitaria” le aconsejaría una profesora al ahora catedrático Rafael M. Mérida Jiménez, otro de los significados en la quinta edición del certamen y que no pudiendo acudir a la sala Muralla del Colegio Mayor Peset envió su testimonio por escrito. Ricard Huerta, profesor de la Universidad de Valencia, citaría como laureada a la revista peruana Crónicas de la Diversidad y a su director Julio Gerardo Lossio Quichiz.    

Pierre Louÿs (Pierre Félix Louis) poeta, traductor y fotógrafo belga nacionalizado francés, autor de Las canciones de Bilitis, menospreciando las denominadas buenas costumbres escribiría en su Manual de urbanidad para jovencitas: “Las personas decentes me revientan los cojones”.