El fin de semana pasado tuvo lugar en Madrid la convención política de Ciudadanos. Desde que se anunció su celebración ha sido esperada con ganas y altas expectativas por unos, criticada por innecesaria o inservible, incluso antes de tener lugar, por otros, e ignorada por otros tantos. Pero era necesaria.

Tras los errores cometidos, reconocidos por la dirección, los acontecimientos negativos de los últimos meses y el desencanto reinante entre votantes, afiliados y cargos, era el momento de pararse y pensar: ¿hay espacio para un partido liberal, moderado, reformista y sensato en España? ¿Seremos capaces de mantener un suelo que nos permita no desaparecer, hacer las cosas bien y comunicarlas incluso mejor? ¿Es Ciudadanos necesario?

Era el momento de convencerse de que sí. Un punto de inflexión. La Convención de la Convicción. Convicción por los valores de Ciudadanos. Un nuevo punto de partida desde el que relanzar el proyecto liberal de centro en España. Porque su objetivo ha sido tomar conciencia de que Ciudadanos es el único partido liberal en el panorama político español. Somos liberales con mayúsculas, para todo y en todo. No de boquilla y para unas cosas sí y otras no.

El PP no es un partido liberal, lo pretende ser a veces, como cuando promete bajadas de impuestos. Luego ya sabemos lo que hace. O cuando se acerca al colectivo LGTBI o tiene que opinar sobre determinados derechos individuales. Entonces hace equilibrios para parecerlo, pero no lo es. El PP es conservador.

Y no tiene nada de malo ser conservador, pero no tiene nada de liberal ser conservador. Igual que no tiene nada de malo ser socialdemócrata. Pero no se defiende desde ese pensamiento la libertad de mercado ni las bajadas de impuestos como lo hace Ciudadanos. Con un agravante coyuntural: la izquierda que tenemos hoy en día en España no es socialdemocracia ni es socialismo. Es sanchismo. Y el sanchismo no defiende derechos individuales, salvo que ese individuo se llame Pedro Sánchez.

Por tanto, podemos concluir que en España no hay otro partido liberal. Por eso los liberales europeos estuvieron en la convención de Ciudadanos y no en la de otros partidos. Porque Ciudadanos es el partido liberal europeo que España necesita. Pero esta no es la única razón por la que Ciudadanos es necesario. En la convención se expusieron, al menos, dos más, con las que no puedo estar más de acuerdo.

Por un lado, Ciudadanos es el partido de la razón frente a las vísceras. Las tenemos, pero no nos dejamos llevar por ellas en nuestras actuaciones políticas. Porque somos los únicos que ponemos siempre, siempre, los intereses de España por encima de los intereses propios.

Por otro lado, estamos convencidos de que España es un gran país, de que España vale la pena. Pero tiene dos grandes losas: el nacionalismo y el populismo. Y el bipartidismo no las combate. PP y PSOE han tenido mayorías para haber «desactivado» la influencia de estas pesadas losas. Y no lo han hecho porque estaban pensando en mantener cuotas de poder y siempre les ha venido muy bien mantener España partida en dos mitades. Por eso mismo es tan necesario ese espacio en el centro.

No queremos que desaparezcan ni el socialismo (de hecho, queremos que vuelva y termine el sanchismo), ni tampoco el partido conservador. Tienen sus espacios. Pero el del liberalismo es otro. Y es necesario para tener consensos de Estado, lejos de los extremos. Solo así podremos superar esa división en bandos a la que nos ha condenado durante tantos años el bipartidismo.

Existimos porque estamos empeñados en que a España le vaya bien. Y a España le va a ir mejor estando Ciudadanos. Así que aquí estamos y aquí seguiremos.

Como bien dijo Inés Arrimadas en su discurso de cierre de la convención, Ciudadanos no se rinde nunca. Y no se puede vencer a quien nunca se rinde.