No hace mucho, el pasado mes de marzo, al encallar durante seis días en el Canal de Suez el carguero Ever Given, una parte de la opinión pública abrió los ojos a la relevancia y vulnerabilidad del tráfico marítimo que canaliza el 80 % del transporte de mercancías. En términos económicos y geoestratégicos, los puertos son una pieza fundamental de la actividad logística y productiva de un país.

España no escapa a esta realidad: en un momento en el que nuevamente parece que la recuperación económica de las empresas llegará de la mano de la internacionalización, es reseñable el hecho que casi el 68 % de nuestras importaciones y exportaciones pasen por los puertos nacionales. Nuestro sistema portuario nos ha llevado lejos, con València, en el ‘top 30’ del ‘ranking’ de puertos por tráfico de mercancías, un puerto por el que pasan más del 30 % de los contenedores del comercio exterior español. València, de hecho, ha potenciado la logística y el comercio exterior español gracias a su elevada conectividad internacional, y nacional.

Sin embargo, éste no deja de ser un modelo del siglo XX. Lo que nos ha traído hasta aquí, no nos llevará más lejos porque nos encontramos en plena disrupción tecnológica. Se requieren nuevas estrategias de gestión, con estructuras ágiles y flexibles. Por ello, la Comisión de Puertos de la Cámara de España, ha publicado un exhaustivo informe sobre las áreas de mejora del sistema portuario español y el camino que debemos emprender. Bajo el título ‘Medidas para el impulso de la competitividad del sistema portuario español’, recoge una batería de propuestas para equiparar los puertos españoles con los líderes europeos, como son Rotterdam, Amberes y Hamburgo. Nuestra ambición, en última instancia es convertir a España en plataforma logística del sur de Europa, en un hub de cuatro continentes.

Aunque el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia diseñado por el Gobierno para gestionar los fondos Next Generation UE contempla actuaciones orientadas a mejorar la logística, la intermodalidad y la conectividad digital, es necesario ir un paso más adelante. Elaborado en consonancia con el nuevo Marco Estratégico al que se dio luz verde hace un año por Puertos del Estado y las 28 autoridades portuarias, el informe de Comisión de Puertos de Cámara de España incorpora 41 medidas que se agrupan en cinco ámbitos de actuación: 

 • Digitalización. No sólo se trata de optimizar procesos existentes, sino que los puertos deben aprovechar las posibilidades que brinda la tecnología y avanzar hacia un modelo 4.0 para ser inteligentes, sincromodales e interoperables, es decir, deben aprovechar la digitalización para transformarse y pasar de ser un nodo logístico a un ecosistema ‘smart’. El estudio identifica los principales procesos portuarios que pueden ser digitalizados y 13 tecnologías que tendrían impacto en ellas: la sensorización 5G, la automatización (RPA), la inteligencia artificial, vehículos autónomos, IOT o las Tecnologías de Registro Distribuido (DLT, ‘blockchain’), entre otras.

Además, el estudio identifica un conjunto de cuestiones a tener en cuenta porque condicionan el desarrollo completo de la digitalización y plantea una serie de iniciativas en aras de estimular el proceso de transformación digital en la comunidad portuaria. Y sugiere fomentar la participación en proyectos/foros que promuevan la interoperabilidad de datos; el uso generalizado de plataformas Port Community System (PCS) en todos los puertos españoles o el desarrollo de un modelo ‘sandbox’ portuario. Son iniciativas en las que el puerto de València ya ha querido ser punta de lanza, siendo principal escenario piloto del proyecto Ingenious IoT, que combina soluciones 5G con el internet de las cosas, la inteligencia artificial y el ‘blockchain’ de cara a mejorar la logística en las instalaciones.

• Formación. El desarrollo logístico y portuario necesita un nuevo impulso a la creación de talento más especializado. Los puertos no podrán ser más competitivos si no disponen de un talento preparado. El estudio refleja la necesidad de impulsar la creación de un nuevo grado de Formación Profesional de Logística, dentro de una familia más especializada en ese ámbito, para adecuarse a las necesidades del sector. 

• Gestión de puestos de control fronterizos. Implementar efectivamente la ventanilla única aduanera, además de promover la simplificación y digitalización de trámites, es a día de hoy, una necesidad. 

• Intermodalidad. España necesita infraestructuras conectadas e interoperables, y especialmente, integrar el ferrocarril como un elemento de competitividad y sostenibilidad. 

• Gobernanza. El actual esquema incide negativamente en la actividad económica y en el empleo; es necesario revisar la distribución de competencias actual. Apremia la creación de una Secretaría de Estado de Logística que dote de voz política internacional a España y lidere la transformación energética de nuestros puertos, además de velar por la coherencia general del sistema transporte mercancías; optimizar plazos y trámites administrativos para las inversiones presupuestadas, así como la mejorar de los sistemas establecidos para la realización de planes estratégicos de cada autoridad portuaria. Aunque se mantenga el actual Organismo Público de Puertos del Estado, se precisa tener también una instancia política en el ministerio con competencias en obras públicas y transporte, para hacer llegar de una forma más directa al Ejecutivo las necesidades de la planificación logística de España. Las cifras hablan por sí solas: el sector del transporte supone casi un 8,5 % del PIB y cerca de 1,3 millones de empleos. 

La puesta en marcha de las medidas propuestas mejorarán la competitividad de nuestras exportaciones y con ellas, la economía valenciana y la española bajo una visión global y a largo plazo. Ahora que encaminamos nuestros pasos a la recuperación, y nos acercamos a unas cifras de comercio exterior en niveles precovid, es el momento. Porque el futuro de los puertos españoles es, en definitiva, un futuro para todos.