No es nada casual que Penélope Cruz mencionara, en su agradecimiento por el reciente premio en el Festival de Venecia, a su suegra, Pilar Bardem. De este modo, la actriz española más laureada y reconocida de todos los tiempos quiso rendir un homenaje a la tradición de los cómicos, tal como a muchos actores les gusta que se les llame. Cabe recordar que su marido, Javier Bardem, también aprovechó su discurso al recoger el Oscar al mejor actor de reparto en 2007, para subrayar las miserias y grandezas de una profesión que no siempre se halla unida al glamur, las alfombras rojas y el brillo social. Desde las tribunas del éxito. tanto Bardem como Cruz, algo que tiene más mérito si cabe, evocaron la situación pasada y presente de muchos compañeros de profesión castigados por el paro y los trabajos precarios. Está claro que no es ni mucho menos oro todo lo que reluce en el mundo del cine y del teatro. Javier Bardem sabe muy bien de lo que habla porque es hijo de actriz, sobrino de director (Juan Antonio), nieto de actores (Rafael y Matilde Muñoz Sampedro) y hermano de intérpretes (Carlos). De hecho, su tío Juan Antonio rodó ‘Cómicos’ en 1954, una de las mejores películas españolas sobre el oficio junto la magnífica ‘El viaje a ninguna parte’, dirigida por Fernando Fernán-Gómez en 1986.

Pero volviendo a Penélope Cruz, resulta admirable que aquella chica de una familia de clase media de Alcobendas, empeñada desde jovencita en ser actriz, haya llegado a lo más alto de su profesión tanto en Estados Unidos como en España y en otros países. Convertida en actriz fetiche por Pedro Almodóvar, al que ella idolatra, Penélope Cruz renunció al papel que le habían asignado en Hollywood de latina ‘sex symbol’ para construir una carrera con los mejores directores y colegas de reparto, una trayectoria plagada de premios y de reconocimientos, tanto de los críticos como del público. A pesar de haber trabajado con realizadores como Woody Allen o con compañeros como Nicholas Cage o Tom Cruise, la actriz madrileña tuvo siempre muy claros sus orígenes y así desde la humildad, el esfuerzo y la constancia ha llegado a ser un icono universal como demostró en filmes como ‘Piratas del Caribe’. Aquella encantadora y atractiva muchacha de ‘Jamón, jamón’ (dirigida por Bigas Luna) o ‘Belle époque’ (de Fernando Trueba) se transformó con los años en una actriz de categoría universal.

Ahora bien, ni su fama ni su estatus profesional le han impedido defender causas sociales y progresistas desde la discreción, aunque algunas de sus acciones han trascendido como su ayuda a hospitales y residencias de ancianos de Madrid durante la pandemia. Inconformista y atrevida en su oficio, ‘Pe’, como ya es conocida por el público, se ha fijado metas cada día más ambiciosas en la interpretación y no descarta en el futuro dirigir incluso algún largometraje. Por todo ello, a nadie puede extrañarle que, desde la cumbre del cine, Penélope Cruz se acuerde de sus comienzos y de una mujer que simboliza la dignidad de los cómicos como Pilar Bardem.