Reencuentro a Ricardo Sicre en el documental emitido por La 2 de TVE, titulado “Agente Sicre, el amigo americano”, en el que se recogen diversos episodios de su azarosa vida como exiliado republicano, agente secreto, millonario, amigo de influyentes personajes del régimen franquista y cosmopolita anfitrión de estrellas internacionales. Distanciado, ante tantos avatares, de alguno de los ideales que tuvo en su vida, que compartió con su esposa Betty Lussier, mantuvo otros fundamentales en su concepción vital que no pueden ignorarse ni dejar de poner de manifiesto.

La historia de Ricardo Sicre Cerdà, catalán nacido en Mongat, Barcelona, en 1919, y fallecido en la Ciutat de Mallorca en 1993, es la de un miembro, en su juventud, de Esquerra Republicana de Catalunya, de vida apasionante y glamurosa, amigo de Ava Gardner y Rainiero de Mónaco, Dalí y Robert Graves, Hemingway o Narcís Serra, que se popularizó gracias al documental, “Agente Sicre, el amigo americano”, de Pablo Azorín y Marta Hierro, en el cual se relata la azarosa y venturosa vida de este republicano exiliado tras la Guerra Civil, que, tras estar internado en el campo de concentración francés de Angelès sur Mer, se refugió en EE.UU. en 1942, llegando a formar parte del espionaje militar norteamericano, entre 1943 y 1944, en evitación de que los franquistas entraran en la guerra a favor del eje fascista.

Fue en Inglaterra, donde antes había conocido a Robert Graves, cuando trabajaba en una peluquería - se dice que al oírle hablar catalán en ella - lo que, determinaría que viniera a adquirir una propiedad en Llucalari, próxima al domicilio de Graves, reposando más tarde sus restos en la bahía de Palma. Más tarde fue cuando vino a irrumpir en la economía financiera acabando convertido en millonario.

Pero nunca abdicaría de sus principios sociales. Así la sorpresa fue encontrar a Ricardo Sicre, en una remota aldea del centro de Birmania, donde su nombre aparece inscrito en la placa que sus amigos, Mark Tippetts y Alex de Lesseps, también financieros - éste último, descendiente de Fernando, constructor del canal de Suez e iniciador del de Panamá - le dedicaron en reconocimiento por su labor.

Es en la aldea de, Main Thauk, donde fundaron, en 1988, The Myanmar Children Association, MCA. Ya, en ese año, construyeron una escuela, para 100 niños, en el Estado birmano de Shan, en Kakku. Más tarde, en 1999, una clínica de maternidad junto a la escuela. Y, luego, un orfanato en el histórico lugar donde los ingleses tuvieron su primer campamento durante la ocupación del Estado Shan, en 1860.

Cincuenta niños residían en el orfanato y asistían a la escuela secundaria de Main Thauk. En 2002, abrirían un segundo orfanato, donde albergarían a 60 niñas, de las cuales muchas de ellas alcanzarían los estudios superiores en la Universidad de Taunggi, y allí figura la foto que se acompaña. Alex de Lesseps, pionero de los microcréditos en países en desarrollo, quien recibiría más tarde el premio Fulbright por su contribución humanitaria, y Mark Tippetts, sus amigos, mostraban desde lugar tan lejano, y de manera tan discreta, su admiración por nuestro Ricardo Sicre, autor con ellos de una obra ejemplar.