“Me emocioné muchísimo, se me saltaron un par de lagrimitas” confiesa Edgard veterinario que asistió con su perro adoptado Yango al claustro gótico del Centro del Carmen Cultura Contemporánea de Valencia en un precursor evento donde fue posible ir con animales de compañía a un espacio institucional, algo significativo hecho posible gracias a la dirección y equipo humano del centro.  

¿Por qué vetan algunas comunidades la presencia en ciertos espacios de canes de alerta diabética, para la infancia autista o canes-señal para la discapacidad auditiva? En locales culturales al igual que en transportes públicos y establecimientos oficiales aún se prohíbe la convivencia con seres del entorno vital humano. ¿Se abrirán puertas? “Debería ser la norma, algo habitual, y más entre personas que tienen un perro educado”. ¿Por qué animales no humanos ni tan siquiera pueden visitar o despedirse de su humano o humana al ingresar hospitalariamente? Víctor Pérez, presidente de FOTUR (Federación de Ocio, Turismo y Juego de la Comunidad Valenciana), tras compartir la cita pionera, confesaría que su madre pedía que la visitase su perrita Laika mientras recibía tratamiento en el hospital militar, permiso que le denegaron. “Tiene que ser algo que se normalice, recientemente volé en un avión y la persona que estaba a mi lado llevaba un perrito, se comportó fenomenal”. Pérez reconoce que desde su infancia respeta y cuida a los animales, convivió con Boby y Laika y actualmente cuidan a Timo. Durante su trabajo en Contraseña Records recogía a todo animal desvalido con el que topaba. “¡Es vital que puedan entrar (en cualquier lugar)!”.

“Se está viendo que en la sociedad hay una parte grande que ama a los animales”, dice el joven médico. Casi ocho millones de canes se contabilizan en hogares españoles y unos cuatro millones de felinos, aunque liderando el cómputo se posicionan los peces y en segundo lugar las aves.

¿Por qué restringir la sanación que otorgan otras especies? “La familia está donde la encuentras” dictaminaba Lauren Shuller Donner, productora de películas como la saga X-Men y Hotel para perros en la que contó con un numerosísimo elenco canino procedente de refugios. ¿Por qué no implementar lo bueno, en derecho animal, de algunos países? Por qué excusar el maltrato y la discriminación especista? Más de veintiocho millones de animales de compañía se contabilizan en España y algunas empresas, percatadas de tan goloso segmento comercial, adecúan protocolos e instalaciones. ¡No a las mortíferas bodegas aéreas y vagones de carga!

 ¿Qué hubiese hecho el personaje de Audrey Herpburn en el film Encuentro en París (¡años sesenta!) si no hubiese podido llevar a su canario Richelieu al hotel donde tenía que mecanografiar un guión?

¿Por qué ignorar el miedo y el dolor en otras especies? ¿No huye la inofensiva tijereta al sentirse amenazada?  

Seres sintientes anhelan compartir cuanto sus camaradas humanos sufren o disfrutan. “¡Playas para todos!”. Personas y canes recorrieron el Paseo Marítimo de Valencia reivindicándolo. Nacho comentaba que son “uno más de la familia, indistintamente de su especie, ¡que accedan en igualdad de condiciones! si ensucian se retira, la gente joven empieza a hacer algo” y Arantxa añadía: “Creo que tienen los mismos derechos que las personas, forman parte de la vida, todo formamos parte de todo, todavía falta mucha educación, a la gente mayor es como si le hablaras de otro mundo”. Emma, articulista animalista dictaminó:” Hay que educar a la gente para educar a los perros, ¿quién tira los plásticos y papeles?”. Diana de veintinueve años participaba con Gira de cinco meses y Sultán de diez años recogido de la SVPAP (Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas). Animales humanos y no humanos unidos. Churchill un galgo negro de cinco años, Heidi y Nanci de trece y ocho años, Cora con quince años, Mili de ocho, Frodo, cruce de samoyedo de nueve años, Sam con siete, cruce de labrador, Chiquitina “mil leches total”, Chon de once años, Catalina, de nueve meses, cruce de podenco. ¡No son cosas, ni juguetes, ni herramientas y tienen derechos!

“Gran día el de la presentación de Taca, sus juegos y juguetitos. Teatrillo acompañado de una excelente melodía de violín para contarnos la historia de la perrita Taca. Una historia que, por suerte, a muchos nos resulta muy familiar” comentaba Kolo, ilustrador y diseñador gráfico, compañero de dos superestrellas caninas en redes sociales: Panxito y Lolito.

“La chica que tocó el violín (Alba Velert) me gustó muchísimo” puntualizaría Edgard. Ata Gomis actriz y escritora junto al actor y dibujante Jesús Padilla realizaron la escenificación. “Una maravilla, me gustaron mucho los dos, fue algo interesante, me gustó mucho Jesús que hacía de Taca”. Diversos idiomas relatan la historia de una perra que perdida acudía a la puerta del periódico Levante E.M.V. donde el azar unió su vida a su fiel amiga humana. En inglés, italiano, español, valenciano, croata, gallego y francés la historia trasmite a la infancia principios de respeto, cuidado y convivencia.

¿Cómo es posible que aún se contemple la tortura animal como espectáculo subvencionando ¡escuelas infantiles! que adiestran en la soez barbarie?

“La presentación me encantó, resultó muy distinta a todo lo que había asistido, muy interactiva, participó mucha gente e hicieron participar a los asistentes. La idea de representarla estuvo muy acertada, y de hecho, pese al calor, se hizo corto. El libro es muy accesible para los niños y que esté en varios idiomas, así como los colores escogidos, les atrae mucho. Sobre todo, porque no es cuento inventado sino que tanto hechos como personajes son reales, y eso se nota desde la primera línea. Ha sido un acierto acercar esta sensibilidad a los niños, ya que la educación de los más pequeños en la empatía con el resto de seres vivos es el pilar de nuestra evolución como sociedad”, apunta la abogada animalista María Luisa Sierra secretaria de AVADA (Abogados y abogadas Valencianos en Defensa Animal, Medio Ambiente y Biodiversidad) y miembro de la Sección de Derecho Animal del ICAV (Ilustre Colegio de Abogados y abogadas de Valencia).

“…Todo era tan real, como el tierno amor que se desprendía de aquel dulce relato. Contagiar cariño, contagiar respeto, contagiar empatía a las y los más pequeños, en ocasiones es una cuestión tan sencilla como el ejemplo. Amar es enseñar amor. Relato potente y contagioso”, fueron las palabras de la cantante y documentalista Mónica Ibañez autodefinida como ¡defensora de los maestros árboles! que acudiría a la sede del Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana en fecha crucial para la inclusión animal, acompañada por su sobrino y sobrinita que, como el resto de chiquillería, recibieron el regalo del cuento en el que Graham Bell Tornado, Anna María Staiano, Dalia Della Morgia, Ignacio Bort, Pavao Papak, Eva Oz, Victòria Estellés y la autora del texto original Ángeles Sanmiguel han plasmado en las diferentes lenguas lo relevante que es comunicarse con  la infancia y el ecosistema circundante.

“¡Educando en valores a la infancia! Amar a los animales, cuidarlos, respetarlos y recibir su cariño multiplicado por mil. Si aprendemos a respetar y cuidar a los animales, seremos una mejor sociedad. Demos ejemplo a nuestros niños desde el respeto al mundo animal y crecerán con grandes valores”. Así se expresaba la nefróloga Inma Rico una vez finalizado el encuentro.

“Esta invitación de mano de una amiga, su autora, me llevó a acompañarla en el magnífico marco elegido, Claustro del Centro del Carmen. La primera sorpresa fue la capacidad de convocatoria, un domingo aún veraniego por la mañana, el claustro estaba lleno de adultos, niños y mascotas. La segunda sorpresa fue la respuesta de los niños, ellos como tales, ayudados por el entusiasmo de su autora y colaboradores, reían, participaban y, en definitiva disfrutaban. El éxito fue ese: saber comunicar con sus fundamentales destinatarios “los niños”. También es un éxito que estuviera presente el Colegio de Abogados como defensor de los derechos de los animales, derechos que reconozco. El texto e ilustraciones ¡magníficos!”, declara Carmen Andreu.

Cultura sin estigmas, sin persecución, si judicialización, ¡sin especismo!

“La ilustración me parece muy alegre, colorida, luminosa, hecha por un buen ilustrador. Me gusta como ha dibujado a la verdadera protagonista Taca, a sus amigos, juguetes y paisajes. Un cuento educativo en valores para la protección de los animales. Excelente ejemplo para no comprar animales, sino adoptar a los que buscan un hogar. De alguna manera pareciera que ella (Taca) tuvo la intuición de encontrar una buena amiga y la esperaba a la puerta del trabajo. Habla de la importancia de asumir la responsabilidad de tener una mascota, llevarla al veterinario, identificarla y darle los cuidados que necesita una criatura y hasta de educarla en el orden de los juguetes y convivencia con otros amigos caninos y otras especies. Una alabanza a la buena convivencia gracias al amor incondicional que dan las mascotas a quien las cuida con amor. Presentación original porque quienes tienen mascotas pudieron llevarlas y socializarlas con otras mascotas, niños y niñas y adultos. Parecía una obra colaborativa, colectiva, o familiar, como lo son algunas familias diversas”, expone Amparo quien asistiría con dos compañeras de la Asociación de Mujeres Antígona.

En palabras de Raquel Aguilar, vicepresidenta de PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal): “La diversidad, muy presente en un acto que habla, desde un cuento (sólo distribuido en bibliotecas públicas) a los niños y niñas de respeto entre especies”.

“Prefiero trabajar con un perro loco que con actores locos”, comentaba la actriz y cantante Kyla Pratt.