El 9 d´Octubre de 2021 tiene un carácter especial. Sí, cada año, en esta festividad, el pueblo valenciano rememora y celebra la entrada triunfal de Jaume I en Valencia aquel tan lejano como recordado año 1238. Ese hecho cambió nuestra historia, supuso un hito incuestionable. Y este año lo conmemoraremos saliendo a la calle en procesión cívica, participando plenamente en los actos.

Llevaremos a cabo algo tan obvio, que parecía elemental, y que el dramático 2020 nos privó de hacerlo. Este 9 d´Octubre podremos celebrarlo todavía con restricciones, aunque muchas menos que las sufridas el pasado año y que nos demostraron con nitidez la importancia de disponer de unos servicios públicos esenciales fuertes, dotados de los medios humanos y materiales necesarios. La pandemia ha dejado claro que no se puede escatimar recursos en este sentido.

Porque este 9 d´Octubre no debe de servir únicamente para volver a la calle, para repetir los actos y tradiciones que simbolizan el avance y crecimiento del pueblo valenciano. Tampoco ha de quedarse en una mera declaración institucional resaltando la lucha de toda la sociedad en su conjunto contra el virus, que haga hincapié el esfuerzo colectivo para doblegar sus devastadoras olas.

Esta celebración, por el contrario, debe de ser un punto de inflexión. O más bien un punto de partida. Un inicio para tomar conciencia del valor de nuestras instituciones y nuestras administraciones públicas. Para ello debemos resulta que resulta necesario mejorar nuestros servicios públicos deterioradas por la falta de una adecuada dotación de efectivos que permitan la prestación de un servicio de calidad en igualdad de condiciones que el resto de territorios.

Así, la sanidad valenciana necesita alrededor de 11.000 plazas estructurales adicionales con el fin de poder atender en las condiciones adecuadas a la ciudadanía, sin que tenga que esperar, por ejemplo, más de cien días para acudir a la consulta de determinado especialista o casi un año para que le realicen esa intervención quirúrgica que tanto requiere. También para acometer esa revisión y actualización tan básica de las infraestructuras sanitarias.

Del mismo modo, ha de constituir un paso adelante en la educación, en esa línea de personalización que reivindica CSIF para atender las necesidades específicas de cada estudiante. Ese objetivo se alcanza con la dignificación de la figura del profesorado, un descenso de ratios, con más docentes que trabajen con el alumnado para que nadie se quede atrás y superar definitivamente el lastre que han supuesto el confinamiento general y los particulares de clases durante los últimos cursos.

En esta misma línea observamos con preocupación la precariedad que sufren múltiples plantillas de Policía Local, la escasez de efectivos, en general, en numerosas administraciones, o las injustificables reticencias a implantar, como un derecho laboral –reconocido por la normativa básica - el teletrabajo en la Generalitat

Este 9 d´Octubre debe de ser el impulso para un salto cuantitativo y cualitativo en la prestación de los servicios públicos, para dotarles de los medios necesarios, que nos permita afrontar el impredecible porvenir con optimismo, como garantía fundamental de nuestro estado de bienestar. La fiesta supone un motivo de celebración, sí, pero con perspectiva conjunta, mirando hacia adelante, con unidad, hacia el futuro que queremos para la Comunitat Valenciana.