El 9 de octubre es un día señalado en el calendario valenciano. Este año se cumplen 783 años de la llegada de Jaime I a la ciudad de Valencia y, por tanto, de la fundación del Reino de Valencia. Una época en la que nacen nuestras instituciones propias, en la que se cimientan nuestras principales señas de identidad como pueblo y nuestras raíces culturales e idiomáticas. Un pueblo que olvida sus raíces no tiene futuro, es un pueblo vacío, un pueblo que pierde su identidad.

La historia es caprichosa en muchas ocasiones y, pese a la pérdida de nuestros fueros en 1707, la Constitución de 1978 permitió que los valencianos recuperáramos nuestra autonomía dentro de una Nación democrática, moderna y europea en un mundo globalizado. De hecho, diría que su aprobación es lo mejor que nos ha podido pasar como pueblo. La Constitución nos ha otorgado el periodo de mayor estabilidad social, política y económica de nuestra historia, nos trajo reconocimiento de derechos y una vida en libertad. Una democracia plena que debemos cuidar a diario y mejorar pensando siempre en los ciudadanos.

Por desgracia, los valencianos estamos soportando un gobierno autonómico cuyo principal proyecto es la creación y el aumento de impuestos, el compadreo con los enemigos de lo valenciano y la división de nuestra sociedad para obtener rédito político, por mínimo que este sea.

El final de los gobiernos llega cuando sus prioridades no coinciden con los de la ciudadanía que gobierna. Los valencianos somos todo lo contrario al gobierno autonómico: personas honestas, trabajadoras, emprendedoras, orgullosos de nuestra identidad valenciana. Personas respetuosas con nuestras instituciones y el sistema constitucional democrático. No entendemos Valencia sin España ni vemos una España de la que Valencia o cualquier otra comunidad no forme parte.

Vivimos un momento en el que es crucial defender nuestra identidad, nuestra cultura, nuestros idiomas –el valenciano y el castellano-. Es momento de defender nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestras fiestas. Es momento de defender la fortaleza de nuestra Comunitat dentro de una España moderna y con un futuro prometedor por delante. Y para ello resulta necesaria la unión de todos los que pensamos de este modo y compartimos dichos valores.

Sin unidad, seguiremos viendo cómo se sigue destruyendo empleo, cómo le economía se estanca, cómo se cuestiona la unidad de nuestro país, cómo se pone en entredicho la lengua valenciana o como las instituciones se postran ante actuaciones que van en contra de nuestros intereses como valencianos. La unidad traerá consigo un cambio que permitirá acabar con la discriminación a la que nos tiene sometidos el gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Una discriminación ya no solo como pueblo, sino como contribuyentes de un Estado. Nuestras carencias en infraestructuras, en comunicaciones, el imprescindible impulso a la agricultura, la industria o el turismo tienen en su máxima expresión el nefasto sistema de financiación autonómica aprobado por el PSOE y sostenido, a día de hoy, por la misma izquierda que prometió cambiarlo en tan solo 8 meses.

El meninfotisme de algunos políticos no es el sentimiento mayoritario de los valencianos. Nuestro sentimiento de reivindicación, de acuerdo, de concordia entre españoles, de lealtad entre territorios es superior a cualquier Oltra o Puig. Ellos que hagan lo que quieran; nosotros seguiremos pidiendo lo que es justo para los valencianos. Ellos que callen ante los escándalos de abusos a menores tapados por Mónica Oltra, que peleen por el reparto de cargos de las consejerías, que sigan haciendo anuncios vacíos, que trabajen más en los despachos que en la calle, que sigan sacando Senyeres por la mañana y cuatribarradas por las tardes.

Nosotros seguiremos ahí, donde nos han pedido los valencianos. Donde creemos que debemos estar: levantando nuestra Real Senyera al lado de una bandera española, trabajando en cada uno de nuestros pueblos, de nuestras instituciones, por mejorar nuestra Comunitat, por defender que cada 9 de octubre los servicios públicos sean mejores, los impuestos más bajos, las instituciones más transparentes, los servicios sociales más efectivos, la sanidad de mayor calidad y la educación con más libertad. Ese es nuestro objetivo y cada día el de un mayor número de valencianos.

La Comunitat Valenciana que queremos llegará y nuestro futuro será histórico. Que no quede ninguna duda.

Feliz 9 de octubre y visca la Comunitat Valenciana!