El 9 d’Octubre de 1.338, con ocasión del centenario de la conquista de Valencia, el Consell de la ciudad acordó llevar a cabo una procesión para pedir a San Dionisio el fin de la hambruna que, en aquellos años, asolaba el Reino de Valencia por las malas cosechas.

Casi setecientos años después, en esta ocasión, no sólo los valencianos sino el mundo entero nos hemos visto devastados por una pandemia global, que impidió que el año pasado, nuestra Real Senyera, saliera a recorrer las calles de la ciudad de Valencia. Este 9 d’Octubre será diferente. Diferente y muy especial.

Especial, por un lado, porque, siempre y desde hace siglos, el 9 d’Octubre es un día muy especial para “tots els bons valencians”, día para sentir y compartir la riqueza que atesora ser valenciano. Un día muy especial también porque con el enorme esfuerzo de investigadores, médicos, enfermeros, y el ejemplar comportamiento de la mayoría de la ciudadanía, estamos doblegando y venciendo esta maldita crisis sanitaria. Hoy es, por tanto, un día de esperanza: ¡Nuestra Real Senyera vuelve a salir a las calles!

Personalmente, este 9 d’Octubre también es muy especial ya que acompañaré nuestra Real Senyera por las calles de Valencia, por primera vez, desde que soy presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana. Ahí, en ese momento, delante de la Real Senyera voy a hacer una promesa personal: defender siempre, en todo instante y con todas mis fuerzas nuestra tierra valenciana y nuestra identidad. Los valencianos quieren representantes públicos que antepongan el interés general a cualquier interés partidista. Los valencianos merecen a políticos que defiendan sus reivindicaciones por encima de las siglas. Y ese es mi compromiso con todos y cada uno de los valencianos.

Defender la Comunitat Valenciana y a los valencianos con total determinación. Empezando, en primer lugar y de modo especial, como diría el Pare Jofre “per els innocents i Desamparats”, es decir: por nuestros mayores, dependientes, y por aquellos que se encuentran en riesgo de exclusión. Para que la solidaridad y las ayudas a los que más lo necesitan sean una verdadera realidad.

La Comunitat Valenciana ha sido históricamente una tierra abierta y acogedora. Tierra de emprendedores, tierra soñadora, fuerte y capaz. Pero, sobre todo, una tierra orgullosa de nuestras raíces y leal con nuestro país.

Ser valenciano es una manera propia, singular y única de ser español. Es una manera propia, singular y única de ser europeo. Es una manera singular y única de ser y entender el mundo en el que vivimos.

La idiosincrasia valenciana es totalmente distinta y diferenciada de las de otras regiones, sean limítrofes o no. Este 9 d’Octubre, como todos los pasados, reivindicamos nuestra voluntad de ser y sentirnos plenamente valencianos, asumiendo toda nuestra historia y nuestra tradición de la que nos sentimos completa y plenamente orgullosos.

Es hora de las realidades valencianas. Hoy 9 d’Octubre me comprometo solemnemente a defender lo nuestro: la Comunitat Valenciana. Y a defender a los nuestros: los valencianos. Y, en primer lugar, siempre en primer lugar los más necesitados. Este es mi compromiso.