“Si vas a un festival a Zagreb no te preguntan por qué escribes en catalán, para todos es tan evidente, ¡es una pregunta muy imperialista!” puntualizaba Bel Olid autora de prestigio y experimentada en la problemática de la escritura profesional. “A veces no sabes por qué se vende en una lengua o en otra, el catalán es una lengua válida” que alcanza notables cifras de venta.

“Llegará un momento en que la gente reconocerá las otras lenguas, otros países son multilingües y no se extrañan” ante ediciones en catalán. África Ramírez Olmos fundadora y directora de Balandra Ediciones, pacientemente acopia pareceres respecto a la lengua en que edita libros: “Igual si editas en castellano, igual vendes más”, “¿por qué editas en catalán?”. Tal entremetimiento es una pesadez. “Lo hago en la lengua que yo me relaciono, porque hablo en catalán”. Ramírez, curtida en un sector de dragones y mazmorras afirma que la mejor propaganda para promocionar la escritura en catalán es acuñar en  foros la expresión: “Yo he ganado un dineral escribiendo en catalán”.

Un aula del primer piso del Centro Octubre de Cultura Contemporánea acogió la charla titulada Las mujeres y los libros, integrada en la programación de la IX Mostra Viva del Mediterrani, en ella participarían  la escritora y  traductora de libros y cinematográfica Bel Olid junto a la filóloga y rapsoda Carolina Hernández y la citada presidenta de la Asociación de Editores y editoras del Pais Valenciano (AEPV), Ramírez. Tres mujeres profesionales platicando ante una atenta veintena de personas. Hurgando en llagas que siguen supurando tanto en literatura como educación.

“Descubrí el valenciano con Ferran Torrent” reconoce Hernández, técnica de Cultura en el Ayuntamiento de San Cugat del Vallés.

“En el País Valenciano hay mucha gente que escribe y muy bien”, reconoce Ramírez, hoy por hoy, “hay más gente escribiendo que leyendo” algo que a su parecer, y sin tapujos, le hace exclamar: “La gente ha de saber leer a otros ¡joder!”.

“Nadie me había explicado en la escuela sobre dialectos” afirma Olid. “El mallorquí ha desempeñado un papel importante en la reconstrucción del catalán literario realizada en el siglo XIX” afirmó el hispanista W.J. Entwistle en Las Lenguas de España: Castellano, Catalán, Vasco y Gallego-Portugués. Dicho catedrático aseveraría que “Los grandes escritores del siglo XV son todos valencianos”. También citaría en su estudio el trabajo realizado por el director de la Biblioteca Provincial de Valencia, lingüista y poeta Marian Aguiló quien “recorrió el país en busca de canciones populares, registró sus palabras, y proporcionó abundantes expresiones de su Mallorca natal”.

¿Por qué no se ampara el dedicarse a la literatura y que las personas puedan vivir gracias a ella? “Las nuevas generaciones tienen que saber que se pueden ganar la vida” escribiendo libros, de lo contrario optaran por la enseñanza en institutos o alternativas similares. “A caballo perdedor ¿quién se va a apuntar? la gente lo que quiere es ganar dinero”.

“Si de mil libros cobro mil seiscientos euros, aquí tenemos un problema”. Bel Olid sabe que cualquier obra conlleva un trabajo en tiempo invaluable. Considerables variables hacen que subsistir con la literatura sea una gesta tan épica como la del gauta Beowulf. Pulsando la opinión en la Asociación de Escritores y escritoras en Lengua Catalana que preside, “solamente el diez por ciento se ganaba la vida” con trabajos literarios y paraliterarios. Islandia, reconocido país lector, sufraga la literatura nacional  con apoyos económicos mediante “el salario mínimo durante dos años para escribir un libro”. No hay que olvidar que esta es un área donde “lo importante son las ayudas” reseña una locuaz Olid que acudió acompañada por su pareja y una de sus criaturas aún bebé.

“La poesía no es uno de los géneros que más se vende, nada más consumen poesía cuando asisten a festivales de su localidad” lamenta Carolina Hernández.

¿Por qué en los puestos importantes de este espacio empresarial las mujeres son habas contadas? “Si las empresas no envían a mujeres, no podemos imponer, las asambleas son tremendas”, comenta Ramírez.

¿Hasta cuándo en las cosas del poder efectivo la participación de mujeres dejará de ser paradójica o desabrida? ¿Cuántas mujeres hay en la junta directiva de la Asociación Nacional de Editores y editoras de Libros y Material de Enseñanza (ANELE)? ¡Ninguna!

“¡En todas las fotos (de entrega de premios literario) son señores!”. Ramírez considera que las cuotas aún son necesarias. Que las empresas sean representadas por mujeres dirigentes y acudan a la llamada de asociaciones y certámenes. ¿Hasta cuándo los puestos realmente importantes seguirán siendo patrimonio del patriarcado? “Y la mayoría son unos mediocres, esos roscos se los han comido por ser hombres” declara Olid. “¡Que dejen de ser tan blancos, dejen de ser tan hombres, dejen de ser tan ricos!”. Conseguirlo pasa por que la población exija y se manifieste abiertamente.

¿En verdad las personas que escriben en España podrían circunscribirse a la denominada y escuálida clase media?

“Hay muchas mujeres de diferentes generaciones que actualmente están escribiendo, es muy importante tener mujeres de diferentes generaciones”. En este apartado la periodista Lourdes Toledo, conductora del encuentro, añadía que actualmente: “Tenemos gente joven haciendo cosas interesantes”. Ramírez es consciente de que el tránsito hacia una escritura enjundiosa es arduo y “al principio lo que se hace es copiar o medio copiar”.

¿Cuántos premios Nobel se han quedado en el camino por juicios de género, precariedad económica, censuras y cerrazón en la política editorial?

“Escribir significa estar sola y eso está mal visto”. Olid creció en una familia humilde por lo que nadie le ha tenido que enumerar las barreras a salvar. Excepciones aparte, la escritora afirma que “tienes más tiempo libre si vives sola que si vives con un señor”, la mujer: “¡o a trabajar o a cuidar!”, o ambas cosas por lo que cualquier lapso creativo es un espejismo en la cotidianidad. Concibe el leer y escribir como aproximación, “estoy extendiendo la mano”

“Ya ha venido la chiquita; nadie se planteaba que eras profesional, ¡las mujeres existimos y somos profesionales!”. ¿Por qué subsiste el paternalismo delimitador? África Ramírez inició su carrera profesional treinta años atrás, por aquél entonces “las imprentas eran un mundo terriblemente machista” donde se infantilizaba la labor de la mujer.

¿Por qué no literatura coreana y africana como propuesta? García Lorca al volver de su periplo internacional comentaría: “Es una puesta en contacto de mi mundo poético, con el mundo poético de Nueva York. En medio de ambos están los pueblos tristes de África y sus alrededores perdidos en Norteamérica…¡Sobre todo, los negros!...El negro que está tan cerca de la naturaleza humana y de la otra Naturaleza. ¡Ese negro que se saca música hasta de los bolsillos! Fuera del arte negro no queda en los Estados Unidos  más que mecánica y automatismo”, recoge la escritora feminista Antonina Rodrigo en García Lorca en Cataluña.

¿Por qué ceñirse a perfiles de lectura y escritura? ¡Juntas queer para acceder a otro público! ¿Por qué maestras feministas y lesbianas no tienen oferta alternativa a la que acceder para sus programaciones? ¿Existe alguna posibilidad de que el alumnado pulse otras realidades literarias? De lo contrario “es como si cada día comieras macarrones”. Diversidad lectora conlleva apertura de mente. ¿Será por eso el encorsetamiento en patrones docentes de lectura? “En catorce años no había estudiado el catalán en la escuela” comenta la moderadora.  

“Puedes leer tres tíos pero no puedes leer a Virginia Wolf y Emily Dickinson” por el cupo del sistema. ¿Por qué el profesorado establece lecturas que ni tan siquiera ha leído?

William James Entwistle catedrático inglés y cervantista, poco antes de morir, en carta remitida al filólogo británico William Denis Elcock apuntaría: “Supongo que tras la lectura de cada libro usted no siente, como a mí me ocurre, una gran vergüenza por su ignorancia”.