Los gemelos digitales se originan en la industria 4.0. Emulan el objeto o proceso físico lo más fielmente posible, manejando toda su información de forma idéntica, para minimizar riesgos y mejorar la productividad, permitiendo experimentar a nivel prototipo y anticipar problemas potenciales en los sistemas reales.

Los gemelos digitales se han extendido en campos como la agricultura o la sanidad, la gestión inmobiliaria o las smart cities. También en el ámbito humano, con aplicaciones en salud (pronóstico a partir de registros sanitarios y parámetros fisiológicos), en el plano profesional (anticipar riesgos y prevenir accidentes laborales), en la gestión del conocimiento y del talento en las empresas, o el terreno deportivo (anticipar situaciones de riesgo de lesión o fatiga a partir de sensores, GPS y grabaciones). Otro ejemplo interesante es ‘Destination Earth’ (DestinE) de la Comisión Europea, que aspira a disponer, en 2030, de un gemelo digital para prevenir desastres naturales y la degradación medioambiental, con un alto grado de confianza.

Los gemelos digitales cognitivos surgen de la progresión tecnológica, como entes prácticamente autónomos, con prestaciones aumentadas con relación al propio sistema físico que representan y con capacidad de interactuar con el entorno y otros elementos físico-digitales.

En esta línea, el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón ha desarrollado un sistema que mejora la resistencia de las infraestructuras constructivas a partir de imágenes de vídeo. Red Dot Analytics (Singapur) ha desarrollado un gemelo digital cognitivo para optimizar centros de datos, limando sus ineficiencias operativas y energéticas, mejorando su huella de carbono y reduciendo las averías y los errores humanos. OpenSpace (Reino Unido) ofrece servicios de analítica predictiva para la gestión de la movilidad urbana en tiempo real mediante la detección de personas (visión por computadora) y la simulación de peatones (inteligencia artificial) para manejar de la forma más segura y eficiente los flujos ciudadanos y potenciar la experiencia de uso.

Habremos de enfrentarnos a cuestiones éticas complejas a medida que estas réplicas emulen capacidades avanzadas de las personas e interaccionen significativamente con los seres humanos.