En la actualidad el sector agrario y ganadero de la Comunitat Valenciana se encuentra en serias dificultades. La pérdida de competitividad debida principalmente al aumento del precio de los insumos y a competir en un mercado global empieza a ser asfixiante para los agricultores y ganaderos, que sumado a la poca capacidad de negociación del precio de venta de nuestras cosechas genera crisis de precios constantemente. El sector necesita reaccionar y afrontar los diferentes retos que tenemos por delante de una manera urgente, y no solo los provenientes del mercado también los territoriales y sociales, como son incrementar la presencia de todo tipo de innovación en el sector, mejorar las estructuras agrarias , aumentar la colaboración entre el sector productivo, las instituciones y las empresas, generar nuevos modelos de negocio agrarios y ganaderos más respetuosos con el medio ambiente y atraer a jóvenes formados que aporten talento y conocimiento al sector es fundamental para generar el cambio que el sector necesita. El sector debe reaccionar y abrir su mente para ser capaces de adoptar nuevas maneras de trabajar desde una perspectiva más profesional y mirando hacia el mercado. Pero también la administración debe reaccionar allanando el camino. La desconexión de la agricultura con las redes de innovación y conocimiento como universidades y centros tecnológicos es prácticamente total. Las oficinas comarcales , que en su día actuaban como cadena de transmisión conectando esas redes de conocimiento con el agricultor han quedado prácticamente relegadas a labores administrativas derivadas de la PAC, pasando a un segundo plano un trabajo ahora más fundamental que nunca. Desde UPA hemos identificado que la innovación puede dar respuesta a diferentes retos del sector, y a través de ella podríamos ser capaces de aumentando la competitividad y la profesionalización del agricultor. Debemos poner al agricultor en el centro de la innovación, generando una dinámica de transferencia de conocimiento directa hacia el mismo, de manera que consigamos implementar en nuestra actividad el mayor número de tecnologías, nuevos procesos y maneras innovadoras de acceso al mercado y de comercialización de nuestros productos y servicios. Por tanto, generar un ecosistema innovador cuyo principal objetivo sea la agricultura y la ganadería, y dar respuesta a retos es fundamental para la supervivencia del sector y prioritario si pretendemos hacerlo prosperar.