“Somos lo que la educación haga de nosotros y nosotras, tiene que haber un cambio educativo, somos la voz del futuro”, proclama Soukaina El Hmidi Khomssi estudiante de dieciocho años recién cumplidos, autora del Poder de la buena educación, editado por NPQ.

“Mucho de matemáticas pero no somos capaces de contactar con las personas”. En un planteamiento educativo encorsetado donde muy lentamente se logran actualizaciones, el estudiantado, conectado tecnológicamente con el resto del mundo en segundos, percibe el anquilosamiento en  herramientas educativas. Jóvenes espabilados desearían que cuanto se les enseñe fuese acorde a las situaciones que la vida profesional les planteará en este vertiginoso siglo veintiuno donde la educación se vaticina sin libros de texto y demás instrumentos tradicionales. ¿Por qué no se trabaja en esos nuevos conceptos que diariamente surgen capacitándoles para la integración progresista? Educar para vivir la vida.  No ceñirse a instruir mediante herramientas comercializadas por entes habituales del amiguismo como editoriales, negocios religiosos y sus rituales de adoctrinamiento, fondos financieros que transforman centros en mera inversión crematística o universidades palanca que aúpan compinches.

“He estado memorizando casi toda mi vida” confiesa esta mataronense (Mataró) de ágil palabra e ideas claras. Sukaina escribió el libro, su primera obra, con dieciséis años, mientras estudiaba Bachillerato, terminándolo a los diecisiete. ¿Por qué se generaliza metiendo en el mismo saco a jóvenes víctimas de la oscuridad y a una multitud luchadora, ávida de vida y conocimientos? En toda época, la savia nueva se ha fundamentado en la libertad demostrando, siglo tras siglo, poseer un asombroso poder y crítica. No tiene el miedo metido en los huesos. Piensa en la colectividad. ¿Por eso se la persigue, difama, multa y encarcela cuando ejemplariza?

¿Hasta cuándo teorías anquilosadas y rutina mecánica como dopaje para el criterio y análisis? ¿Por qué en el sistema educativo español, aunque cambie algo, no varía nada?

“Abrir opciones, buscar nuevas metas y sentido en la educación” recomienda la joven escritora.  Incentivar durante la infancia el deseo por el estudio ofreciéndoles algo más. “Que fuesen con alegría” a la escuela sintiendo que crecen como personas.

“La evaluación es necesaria vista de otro modo, al niño (niña) de ocho años hay que darle un desarrollo educativo en vez de calificación numérica, él (ella) no es una nota, es mucho más que eso”. Sukaina montada aún en el carrusel estudiantil, hoy en día cursa ADE y Derecho, un doble grado, en la Universidad Autónoma de Barcelona de carácter público. Durante su periodo de infantil, primaria y secundaria acudiría a un colegio concertado para a continuación realizar el Bachillerato en centro público. Bajo tal prisma educativo ha vivenciado heterogéneas circunstancias y matices del sistema. “Con la nota empiezas a adjetivarte a ti mismo (misma). ¿Por qué no se tiene en cuenta que “detrás de una nota hay un proceso” que implica capacidades, emociones, entornos? ¿Qué desarrollo escolar pueden lograr niños y niñas que no tienen luz en sus casas como en la Cañada Real madrileña, que no pueden ducharse con agua caliente, que no pueden alimentarse, que sufren violencia?

¿Por qué se siguen regalando títulos mientras casi el cincuenta por ciento de estudiantes en España, ajenos a artimañas y favoritismos, sufren ansiedad y más del cincuenta por ciento estrés ante evaluaciones en todos los niveles educativos?

Exámenes y ejercicios para el alumnado en general, y el chanchullo si tu padre fue médico del régimen franquista lo cual te califica, sin sufrir desazón, para la obtención de la bata blanca. Si has participado en componendas de partido, ¡nada de agobiarse! el título de Derecho te espera a la vuelta de la esquina. Si a tu progenitor lo sentaron en un trono, ¡fuera preocupaciones! prepárate a llevar corona.  “¿Quién puede obviar que la eterna “materia” de la endogamia universitaria no se crea ni se destruye, porque solo se transforma de una generación a otra?” cuestiona la profesora de universidad, Doctora cum laude en Derecho y víctima de moobing (acoso), Rosa Peñasco en el capítulo El amo y el esclavo del siglo XXI de su obra: Mobbing en la universidad.

¿Por qué no se imparten regularmente nociones de sexo e identificación de señales de abusos en niños y niñas?

“Por desinformación o información incorrecta pasan cosas que no deberían pasar” comenta Sukaina respecto a la educación sexual en las aulas. “La única vez que hicimos una actividad fue de una hora”. ¿Por qué seguir con el  tabú que, posteriormente,  psicología y psiquiatría han de desentrañar aireando las mentes?

“La escolaridad mixta ha obrado los milagros que, antes, sólo ocurrían en Lourdes. La principal diferencia entre los chicos de hace veinte años y los actuales, es que los de antes nos pasábamos el día pensando en follar sin decidirnos nunca a echar el primer polvo, y los de hoy-mucho más pragmáticos que filósofos-primero follan y luego piensan en que, para mejorar, tienen que seguir practicando intensamente por muchos años. Al asomarnos a esta historia, comprobamos que predominan la superstición, la torpeza y la brutalidad”, relata el helenista y periodista pamplonés Ramón Irigoyen en Historia del Virgo.

“Se necesita una renovación del (de la) docente, una de las profesiones más importantes del mundo es la educación”. ¿Por qué nada de sinergizar cultivando el valorar diversidad e interdependencia y nada de proactividad para lograr el hábito de la responsabilidad? ”Añadiría trabajar con las inteligencias múltiples, emocional, financiera, como gestionar el dinero, como emprender”. ¿Cómo emprender? “Es muy difícil emprender en una sociedad que te obliga a seguir unos estándares”. Sukaina reivindica “que te enseñen a hacer las cosas por ti mismo (misma)”. De las personas emprendedoras Sukaina opina que “son muy valientes, les aplaudo, hay que ayudarles”.

“Me he encontrado profesores (profesoras) de todo tipo, los profesores (profesoras) buenos que hemos tenido los recuerdo como lo mejor, pero escasean”.

 En el libro Orellana la asamblea en la escuela se lee: “No puede ser maestro el que no comprende la democracia, ni aquél al que le sobran las palabras y las despilfarra hablando de cosas vacías. No es maestro el que roba la libertad y miente sin saber o sabiendo. No es maestro el que no entiende la relación entre la vida y la escuela, ni el que piensa que su clase es una fábrica de borregos conformes y sumisos” Estas estrofas fueron escritas por un alumno (Pedro Crucera), perteneciente a una escuela española de mil novecientos setenta y ocho, ¡hace cuarenta y tres años! ¿Por qué pervive, en porcentaje altísimo, la cerrazón en el sistema educativo?

¿Qué aportación esencial pueden ofrecer para el grueso del alumnado, ciertas enseñanzas mamotreto, interesantes sólo a título personal-familiar, basadas en concordatos político-religiosos?

“Durante la etapa escolar los (las) alumnos empiezan a crecer y empiezan a hacer sentir mal a otros (otras)”. El bullying (acoso psicológico o físico) sigue enmascarándose, ignorándose, protocolizándose de manera inhumana hasta que la víctima no puede más. Motes, desaires, gritos, insultos, difusión de rumores, hablar mal a espaldas de la víctima, mofas sobre su vida privada, robos, hacer parecer estúpida a una persona, violencia psicológica y moral a través de la tecnología (ciberacoso). Abusos que siguen torturando a niños y niñas, jóvenes y personas adultas del entorno educativo, no pasan de ser efímero titular o estadística  Celos, envidia o rechazo ante cualquier diversidad se esconden tras seres humanos mediocres que campan libremente por un sistema difícil de sanear, desde el jardín de infancia hasta la universidad. En su periplo educativo personal, Sukaina reconoce que en este punto “los (las) profesores se han implicado lo más mínimo”, es urgente implementar “medidas para disminuirlo o evitar”. Sabe que siempre hay quien quiere “hacerse el chulo” a costa de la vida de otra persona, en este caso de un compañero o compañera del ámbito estudiantil.

¿Hasta cuándo la segregación subterránea? “Hay personas cuyo origen no es el español y sí que hay diferencias”.

“¿Qué se enseña y cómo?”.

“Terminas y no sabes qué  hacer con tu vida, que nos preparen, hemos vivido situaciones muy decepcionantes”. ¿A quién no le interesa que el sistema educativo evolucione? ¿Alguien se preocupa del estrés y colapso mental causado por la presión de la vieja escuela? ¿Quién piensa que al estudiantado no le inquieta la calidad de la educación recibida? ¡Hay que subir al cuadrilátero del siglo XXI señorías que legislan y demás autoridades! ¿Se atreven a luchar por “el poder de la buena educación”?

El poeta estadounidense y miembro de una logia masónica Charles Edward Anson Markam concretaría: “Hemos confiado la regla de oro a la memoria, ahora confiémosla a la vida”.