El pasado viernes 17 de diciembre pude asistir como invitado a la Comisión de Agricultura en donde se defendieron las enmiendas de diversos grupos al Proyecto de ley de la Generalitat, de protección, bienestar y tenencia de animales de compañía y otras medidas de bienestar animal que actualmente se encuentra en tramitación en las Corts Valencianes.

Actuaba como portavoz ante la Comisión de un heterogéneo grupo de entidades interesadas en la salvaguarda de los derechos de los animales, encabezados por la Sección de Derecho y Bienestar Animal del Ilustre Colegio de Abogados de Castellón.

Los distintos grupos parlamentarios escucharon las aportaciones presentadas en forma de enmiendas al proyecto de ley, y finalmente plantearon sus preguntas.

Personalmente considero que el cambio de mentalidad social es previo casi siempre a la reforma legislativa que el tiempo actual precisa. Y al ver tantos grupos, entidades, asociaciones e individuos preocupados por este asunto considero que de alguna manera el cambio social ya se ha producido. Personalmente resulta interesante constatar que si bien el ecologismo político en nuestro país no llega a alcanzar ningún protagonismo político al mismo tiempo se puede observar sin embargo el relativo éxito de casi todas las iniciativas animalistas en nuestra comunidad.

El tópico principal era el sacrificio cero, estamos aún muy lejos de este objetivo y la ley, acompañada de un refuerzo presupuestario puede acercarnos un poco más a ese ideal. El especismo es sin duda un espejismo, y cada vez hay más ciudadanos que perciben que la discriminación entre especies no es adecuada. Al salir de la comparecencia un corrillo de diputados del grupo Socialista, Compromis y Podemos se interesaron por nuestras aportaciones pero durante la comisión las preguntas amables y atentas de los otros tres grupos parlamentarios (PP, Vox y Ciudadanos) demostraron que en todos los partidos el tópico animalista tiene un espacio en las agendas de nuestros representantes, y esta preocupación es compartida con matices lógicamente por todos los grupos. Algún día no muy lejano puede que observemos el «especismo» como un anacronismo similar al que hoy todos compartimos constituyó el racismo y el sistema esclavista durante largos periodos de la historia de la Humanidad. Parafraseando a Bernard Shaw, los animales son mis amigos, y yo no maltrato a mi amigos.