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alberto soldado

VA DE BO

Alberto Soldado

Tornaré a l’Al-Aaiun

Llega a mis manos «Tornaré a l’ Al-Aaiun», en edición patrocinada por la Fundación José Luis López. Su autor es un hombre sencillo. No es ningún poeta, ni un escritor y sin embargo a lo largo de estas páginas el lector se envuelve en un cálido abrazo de amor por el pueblo saharaui al que arrebataron sus tierras y su identidad tras la retirada de las tropas españolas frente a aquella Marcha Verde preparada por el rey de Marruecos. Enviar más de trescientas mil personas fanatizadas a ocupar el Sahara Occidental ponía al gobierno español en aquel otoño de 1975 en un callejón sin salida. Marruecos exigía su soberanía y España no podía meterse en una guerra cuando afrontaba los decisivos momentos de la muerte de Franco. Alguien dio la orden de la retirada del ejército español. España abandonó al pueblo saharahui a pesar de las rimbombantes palabras del entonces príncipe Juan Carlos pocos días antes de asumir la jefatura del Estado, en su visita a las tropas españolas que defendían aquel territorio. Llegó a afirmar que él sería el primer soldado en empuñar las armas. Ese mismo príncipe pactaba al mismo tiempo con USA la entrega del Sahara a Marruecos a cambio del apoyo norteamericano a su reinado. Esa verdad histórica no se ha contado en las televisiones, como tantas cosas no se cuentan por estar sometidas a la verdad oficial.

Batiste Llopis es un hombre sencillo y humilde de Genovés que conoce la realidad de los campamentos de refugiados, del sufrimiento del alma de un pueblo, en el que muchos todavía conservan el carnet de identidad como españoles. Este pueblo español, tantas veces traicionado desde las alturas reales tiene en un valenciano de pueblo, el ejemplo del valor de la dignidad y de la solidaridad. Acogió a una niña saharahui por un verano y acabó siendo una más de la familia.

Batiste Llopis es un hombre comprometido con la libertad, sin dobleces ni hipocresías, sin mácula en su trayectoria vital. No sé si él volverá a la capital del antiguo Sahara español pero su corazón está allí, mientras otros, que nunca adoptarán a ninguna niña plebeya, tienen que sufrir lejos de «su» patria la vergüenza y el remordimiento de haber traicionado a tantos que tanto esperaban de ellos frente a los intereses expoliadores de riquezas en fosfatos, pesca y petróleo, con sus comisiones.

USA, cuyas banderas encabezaban junto a las marroquíes aquella marcha, ya ha reconocido oficialmente la soberanía marroquí sobre el Sahara. Marruecos se convierte en el principal aliado de los norteamericanos en una región geoestratégica. Todavía más tras el reconocimiento del estado de Israel por parte del reino alauí. Ahora esperemos que no tengamos muchos niños canarios con la historia de Fátima, la protagonista de esta hermosura de libro. El próximo objetivo del imperialismo marroquí, tan amigo de USA, ya está señalado. Y en España la traición es moneda corriente. Y la ONU ya saben todos, y especialmente los saharauis, que sólo sirve para emitir comunicados.

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