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Martí

Valencianeando

Joan Carles Martí

La València de superventas

La novela de suspense de David Orange ‘Romperás la noche con un grito’ ofrece la imagen de una ciudad de serie de éxito

Valencianeando

Señal de prohibido aparcar en una de las arterías principales de una población de L’Horta.

Desde el principio del libro, en la calle Martí, hasta el desenlace en Trinquet de Cavallers, València es la protagonista de la nueva novela de David Orange ‘Romperás la noche con un grito’, uno de los superventas que Planeta presenta para 2022. En el relato de suspense sobre bebés robados, aparecen policías, quinquis, médicos y sociedades secretas en distintos barrios de la ciudad. El autor construye una historia muy de serie de televisión británica en una urbe moderna presidida por la monumentalidad de Calatrava, aunque para mi gusto con exceso costumbrista, sobre todo en las escenas de huerta y en la recreación atávica de las ocho acequias del Turia. Y en muchos casos alejada de la realidad para los que vivimos en València. Pero para un lector de Logroño funciona como una propuesta de Netflix, pese a que nosotros sabemos que desde la calle Martí a la plaza de Cánovas no hay ni un minuto en coche. Es verdad que Orange (Albalat dels Sorells, 1982), Ergónomo y Psicosociólogo en La Fe, no esconde la degradación de los barrios periféricos, con especial saña para Benicalap, Orriols o Nazaret, ni tampoco algún despropósito de aquellos grandes eventos. Da igual, porque la novela se va a vender como churros, mejor dicho, buñuelos siguiendo el gusto folclórico del escritor, y la imagen de València actual estará muy presente en los miles de lectores hispanos de todo el mundo. Desde ese punto de vista, se ha ganado a pulso una de las próximas medallas de honor municipales.

Sobresalir.

El caso Orange es el último ejemplo de como la industria editorial instalada en Barcelona ha girado la cara hacía València, como escenario y manantial. Dos premios Tusquets seguidos, Elisa Ferrer y Bárbara Blasco, más Lola Mascarell, además del consolidado Carlos Marzal forman la delantera de autores locales que triunfan. Mientras Ginés S. Cutillas, que vive en Barcelona, ha realizado un magnífico relato de El Cabanyal, y Rafa Lahuerta saltó ya a las librerías catalanas antes de su traducción de ‘Noruega’ al castellano. Como nunca creo en las casualidades, está claro que la Barcelona del ‘boom’ solo existe en las enciclopedias y la otrora potente narrativa de Marsé o Mendoza fue un foco de atracción de muchos lectores en un tiempo pasado. Lo mejor es que las endogámicas administraciones actuales ni se han enterado.

Cicerone.

El otro día paseé a un veterano corresponsal francés en Madrid que vino para hacer una doble página sobre nuestra pujanza cultural. Aunque lleva media vida en España, y había cubierto con todo lujo de detalles la corrupción de la etapa del PP valenciano, no tenía ni idea de lo que se iba a encontrar, y eso que quería un ‘tour’ nada oficialista. Seguramente por eso me reclutó de asesor, pero que se tranquilicen todos los responsables botánicos de turismo, porque me comporté como un auténtico patriota, una vez al año no hace daño. Es más todo lo que preguntó sobre política se lo apuntó para un reportaje posterior y más amplio sobre la crisis de las izquierdas frívolas en la Europa posmoderna.

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