Ha pasado ya la friolera de 24 años desde que el conocido grupo valenciano Bajoqueta Rock lanzara su canción «La taronja no funciona» y parece que nada ha cambiado. Estamos de nuevo inmersos en la parálisis y ante una grave crisis de precios para los productores. Pocas operaciones comerciales y cotizaciones bajas, como la de la Navelina, que en el mejor de los casos se paga a 0,10 €/kg de media, cifra que no cubre ni los costes de producción y que no la quieren ni para zumo. Y las dificultades de ésta se trasladan al resto de variedades naranjeras como la Lane Late. El problema es que esas mismas naranjas multiplican después su precio en supermercados hasta un 1.500%. Pese a la magnitud y gravedad de la situación, la Conselleria de Agricultura no reúne su Mesa de la Producción Primaria ni el Ministerio de Agricultura su Mesa Nacional de Cítricos. Tampoco se sabe nada de la interprofesional Intercitrus, totalmente desaparecida, tal vez porque en su seno están representados esos mismos comercios que importan luego producción de terceros países como Sudáfrica o Egipto. Es evidente que nuestra naranja Navelina no ha salido a los mercados ante la saturación de la ya vieja procedente de Sudáfrica y la nueva procedente sobre todo de Egipto (que incrementa sin parar sus envíos a la UE, con España además como segundo país receptor) y que han taponado la salida de la producción autóctona. Mientras nuestras cosechas no salen de los árboles o se pagan a precios ridículos, aquí se les pone alfombra roja de gala a las importaciones para que nos hundan. Las autoridades comunitarias tienen parte de culpa, pero también nuestras Administraciones por su inacción y aquellos importadores que trabajan aquí y allá y que no tienen escrúpulos en arruinarnos para engordar más su cuenta de resultados. Muchos deberes por hacer. Los cítricos deben ser considerados ya como producto muy sensible frente a las importaciones y es necesaria una reciprocidad para que se cumplan los mismos estándares sociales, laborales y medioambientales en los cítricos de fuera respecto a los de aquí. Para evitar la entrada de plagas, hay que imponer el tratamiento de frío a las producciones importadas de terceros países que tengan riesgo evidente de infestación. Hay que pasar de las palabras a los hechos ya. La taronja no funciona, què menjarem? Bajoqueta amb pa, bajoqueta amb sucre, bajoqueta am oli, bajoqueta amb melmelada.