Sí al consenso. Pero ni un paso atrás respecto a las necesidades, demandas y problemas de los castellonenses. Porque nuestra provincia no puede esperar ni un minuto más para ver atendidas cuestiones que son urgentes y que, lamentablemente, el gobierno de la Generalitat, lleva aparcando más de seis años ya.

Así lo trasladé a la directora territorial de Presidencia en Castellón, Eva Redondo, porque no pude hacerlo directamente al presidente Ximo Puig, quien declinó mi ofrecimiento. Mal empezamos. Las peticiones de mejora deben ser atendidas vengan de donde vengan y no deben atender a colores políticos.

Independientemente de excusas o desprecios, trasladé hasta Presidencia, una batería de iniciativas que deben ser incluidas en la agenda gubernamental autonómica. Porque ya es hora de que los castellonenses formen parte de ella. Han pasado seis años. El periodo de gracia está más que agotado, así que solo es cuestión de voluntad política. Ni más, ni menos. Y también le ofrecí el respaldo del PP en su tramitación, siempre y cuando el jefe del Consell esté dispuesto a ponerlas en marcha.

De todas, sin duda la más acuciante ahora es resolver el colapso sanitario. Proponemos la elaboración de un plan de choque para que el Hospital Provincial vuelva a ser un centro de referencia en sus especialidades, contratar profesionales para atajar la falta de recursos humanos y acabar con las demoras y las listas de espera quirúrgicas, la puesta en valor del Hospital Comarcal de Vinaròs, la reversión del cierre del CICU de Castellón para trasladarlo a Valencia, la activación de las inversiones previstas o la reapertura de los consultorios rurales y de costa cerrados, son ahora mismo una prioridad para el Partido Popular, porque así nos lo están trasladando los castellonenses.

Otros bloques a atender son las infraestructuras de comunicación (finalización de la autovía CV-10/A-7, los trenes de cercanías, los peajes de las autopistas…), la infrafinanciación en los Presupuestos Generales del Estado y de la Generalitat; medio ambiente (Pativel y PAT, caza y autorización para realizar las pruebas del cesto malla del parany, las ayudas a los temporales en el litoral…); agricultura (cotonet, PAC…); pesca (recorte de los días para faenar…), autónomos (apoyo al emprendimiento); educación (becas, nuevos colegios…), interior (natalidad, fiscalidad y digitalización frente a la despoblación) y el futuro de las diputaciones.

La voluntad del PP es sumar fuerzas por el bien de los castellonenses. Querer es poder. Ofrecemos nuestro apoyo para que el presidente de la Generalitat se desprenda de la mochila de sus socios, los radicales de Compromís y Podemos, que ahora le pesa como una losa y que tiene paralizados todos los asuntos vitales de la provincia. Castellón no necesita propaganda ni promesas. Necesita carreteras, sanidad, apoyo a la economía y a los sectores productivos, luchar contra la despoblación... soluciones que no llegan. En manos de Puig está. Él elige, la trinchera y las siglas o Castellón.