Hoy celebramos el Día para la Igualdad Salarial, una jornada en la que evidenciamos que existe una patente desigualdad en la retribución que perciben mujeres y hombres por la realización del mismo trabajo o por un trabajo de igual valor. Una jornada con la que también buscamos concienciar a la ciudadanía sobre este injusto desequilibrio y con la que reivindicamos la necesidad de combatir este tipo de brechas.

Justo hace una semana leíamos que existe una diferencia de 5.252 euros al año entre lo que ganan los hombres y las mujeres. De hecho, según UGT, la brecha salarial se sitúa en torno al 19,5%, una cifra que 2 puntos respecto al año pasado, hecho que el sindicato achaca a la reforma laboral y el aumento del SMI, dos importantes medidas impulsadas por el Gobierno de España que, sin duda alguna, deben ayudar a reducir las brechas salariales.

Aunque estos datos son halagüeños, lo cierto es que las mujeres somos más de la mitad de la población y aún seguimos sufriendo discriminaciones de todo tipo, como las salariales. No puede ser que en pleno siglo XXI las mujeres sigamos haciendo frente a las brechas salariales. En esto estaremos todos y todas de acuerdo, puesto que es de lógica: a mismo trabajo, misma retribución. Es una cuestión de justicia y un beneficio social. La igualdad genera beneficios, tanto sociales, como empresariales y esto es lo que nos muestran los datos, que como siempre digo, son tozudos.

Porque, ¿sabíais que, según un estudio global de la Organización Internacional del Trabajo, las empresas con mujeres directivas tienen mayores beneficios? Concretamente, tres de cada cuatro empresas que han promovido la presencia de mujeres en cargos directivos han registrado un aumento de sus beneficios del 5% al 20%. Este dato es una muestra más de que la igualdad nos beneficia a todos y todas, también a las propias empresas.

Desde las Administraciones Públicas, a todos los niveles, tenemos la obligación de eliminar todos aquellos obstáculos que impidan la plena incorporación al mercado laboral de toda la población, pero especialmente de las mujeres, porque así se requiere atendiendo a datos como los que he mencionado unas líneas más arriba.

La Unión Europea, para hacer frente a esta desigualdad, está perfilando la nueva directiva de transparencia salarial, que de aprobarse contemplaría sanciones por incumplir la igualdad retributiva, una normativa que supondría un gran avance para la sociedad en su conjunto.

Todas las administraciones tenemos que remar en la misma dirección, porque la igualdad siempre suma y eso en València lo tenemos muy claro.

Por eso desde el Ayuntamiento de València, a través de València Activa, pusimos en marcha en 2019 la plataforma Treballem Iguals, la primera agencia de desarrollo local con perspectiva de género, con la que, a través de distintos servicios y programas, impulsamos la igualdad en el ámbito laboral, con especial incidencia en la corrección de las brechas de género y digital y el fomento del liderazgo femenino.

Muestra de ello son programas como Lidereses, que creamos junto con CEV para impulsar la promoción de mujeres a puestos directivos o el Primer Foro de Liderazgo Femenino, un evento en el que reunimos a mujeres que abren paso para que sirvieran de inspiración y referente para otras mujeres. Porque hay algo que tenemos muy claro: si una mujer avanza, todas avanzamos y avanza la sociedad. Por eso, es necesario propiciar la generación de sinergias entre mujeres, en encuentros como este o con proyectos como Espai Lidera, un espacio pionero desde donde conectar y visibilizar el talento femenino, porque juntas, avanzando en red, somos imparables.

Y es que en València actuamos de manera trasversal para cerrar las brechas de género. Hemos hecho que nuestra ciudad sea referencia en la lucha contra la desigualdad entre mujeres y hombre en el ámbito del empleo. Y entre todos y todas vamos a hacer una València sea también una ciudad líder en igualdad.