Era necesaria y ya está más cerca. En Startup Valencia siempre hemos reivindicado la urgencia de una ley que reconozca la singularidad de la startup como modelo empresarial innovador y disruptivo. Desde que constituimos la Asociación Valenciana de Startups, hace ya cinco años, hemos trabajado con otras asociaciones del ecosistema español para aunar fuerzas y presentar diferentes propuestas y contrapropuestas, siempre consensuadas y recogiendo las sensibilidades de emprendedores, startups, inversores y corporaciones.

Ahora que se acerca la puesta en marcha de la Ley de fomento de empresas emergentes, no podemos más que celebrarlo y a la vez ser exigentes para acelerar su implantación e incrementar su impacto sobre la transformación del modelo productivo español. Aprobado el Proyecto de Ley por el Consejo de Ministros en diciembre de 2021, la esperada regulación difícilmente entrará en vigor antes de finales de 2022 tras los pertinentes trámites en el Congreso de los Diputados y el Senado.

Con este proyecto se espera cambiar la estructura productiva para convertir a España en uno de los lugares más atractivos de Europa para emprender. La nueva ley supone, a grandes rasgos, un mejor acceso al capital y al talento. Las startups disfrutarán durante sus primeros años de vida de una reducción del Impuesto de Sociedades de hasta el 15%. Por otro lado, vemos cómo se eleva la base máxima de deducción por inversión de 60.000 a 100.000 euros anuales, pasando el tipo de deducción del 30% al 50%.

Un punto de partida que desde el ecosistema startup de la Comunidad Valenciana, consideramos básico para los emprendedores y sus empresas. Y es que a mayores beneficios fiscales, más capital disponible, así de simple y necesario. Además, con esta nueva ley se pretende atraer a aquellos perfiles tecnológicos que tuvieron que salir de nuestro país durante la crisis. Para ello se contempla un régimen tributario especial, tributando por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes. Además, se contempla la creación de un foro consultivo y se impulsan la compra pública innovadora y los entornos de prueba conocidos como sandbox.

Se plantea un nuevo visado que permitirá que una persona con ingresos en cualquier lugar del mapa se mude a España y obtenga mejor fiscalidad que en otros países y se mejora notablemente la fiscalidad de las stock options, clave para la atracción de talento para las empresas emergentes. Seguramente comenzaremos también a observar cómo regresa a la Comunidad Valenciana el talento que busca un enclave único empresarial en un ecosistema en fase de maduración y una excelente calidad de vida. En cualquier caso, esta iniciativa va a favorecer a toda la economía española.

Si bien es cierto que este proyecto no es el definitivo. De hecho, deja de lado incentivos fiscales más ambiciosos y aspectos como la propia definición de startup o su procedimiento de certificación, que están cosechando parte de nuestras propuestas de mejora durante la tramitación actual. Hay que tener en cuenta que la rebaja de la tasa impositiva durante sus primeros años no resulta de gran ayuda a la mayoría de los emprendedores y startups, con ingresos más bien bajos en los inicios.

Sin embargo, las empresas emergentes son el futuro empresarial, de hecho un estudio que ha realizado la Asociación de Startups de Alemania asegura que cada nueva empresa tecnológica genera 5,7 puestos de trabajo frente a los 0,8 que generan las compañías tradicionales. Para Startup Valencia, caminando se hace camino y esta ley supone un avance y un importante impulso para seguir hacia delante, expectantes y exigentes, pero optimistas.