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Ferran Monegal

Tú y yo somos tres

Ferran Monegal

Juan Carlos I regresa a La Zarzuela (un pitorreo)

Juan Carlos I

Siempre he considerado, y he escrito, que tiene más mérito hacerle la parodia a la Monarquía española desde un plató, desde un programa, desde una cadena de Madrid, que no desde cualquier otra tele de autonomías periféricas. Estar en el kilómetro cero, a tiro de piedra de la Zarzuela, condiciona la libertad de expresión -incluido el humorismo y el sarcasmo- en todo lo que a la llamada Casa Real se refiere.

Es verdad que después de todo lo que hemos ido sabiendo del Emérito, cesante, dimitido o abdicado Juan Carlos I, se ha levantado la veda y hay un sano mordiente general en todos los programas humorísticos de las teles. Es el caso de ahora mismo, en ‘El intermedio’ (La Sexta). En vista de que el regio habitante de Abu Dhabi ha comunicado que va a regresar a España muy pronto, a pasar largas temporadas de asueto, ya han escenificado el momento de su regreso. Vestido a la usanza de los jeques llega con la maleta al Palacio de La Zarzuela, le recibe Sofía, su todavía esposa oficial , y le dice: «¡Sofía ya estoy en casa! ¡Estoy harto de Abu Dhabi, aquello es un secarral!» y sucede entre ellos un dialogo disparatado y con mucho cachondeo.

O sea, bien, en la línea del sarcasmo que corresponde. No obstante construir el ‘sketch’ de la llegada del emérito con solo Sofía recibiéndole en La Zarzuela, a mi me parece un ‘gag’ corto. Da la sensación de que han construido la escena con el freno de mano puesto. Supongo que a los excelentes guionistas de ‘El intermedio’ el cuerpo les pedía dibujar la desternillante escena, además de con Sofía, sobre todo con Felipe VI. Es al actual Rey a quien compete el recibimiento y el ‘placet’ ante la llegada del Emérito. Hubiera sido un ‘sketch’ mucho más completo –y con mucho más mordiente– plantear la escena con el Rey actual y con el Rey abdicado, frente a frente. No estoy reclamando un descarnado ‘gag’ sobre Felipe VI. Los hijos no son responsables de las corruptelas de sus padres, ya sean reyes, lampistas o camareros. Pero un diálogo entre ellos, bajo el acreditado sarcasmo de ‘El intermedio’, habría sido oportuno y estupendo.

La veda del humor televisivo sobre el emérito afortunadamente ya no existe, es innegable, pero en el kilómetro cero van con mucho cuidado respecto a Felipe VI. Como decían los cortesanos europeos del siglo XV, cuando un monarca era apartado del trono: «Le roi est mort, vive le roi».

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