“Nosotros con nuestros impuestos no deberíamos financiar un espectáculo violento, la era de los toros y los toreros se va a acabar” comenta el joven Emi de Youth Climate Save Valencia quien al acercarse a las taquillas de la plaza de toros y gritar “tauromaquia abolición” fue golpeado por un aficionado.

¿Por qué dinero público para la tauromaquia?

Centro de Asuntos Taurinos de la Diputación de Valencia, su responsable es diputado provincial (PSPV-PSOE), en el paquete incluye la Escuela Taurina con su director y dos profesores y el  Museo Taurino. ¡Total! Un millón de euros para la maraña, posicionando a Valencia  a la cabeza junto a Badajoz. Por su parte la Jefatura del Servicio de Espectáculos patrocina el programa televisivo “Va de bous”, sin omitir bagatelas como publicaciones, exposiciones y demás justificantes. A todo esto añadir los ochocientos cincuenta mil euros para ganaderías de lidia de la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. Apostillar que una de cada tres personas en la Comunidad Valenciana se encuentra en alto riesgo de pobreza.

¿Y en el resto del país?

Centro de Asuntos Taurinos de Madrid adscrito a la Concejalía de Presidencia Justicia e Interior presidido por un popular jurista en cuya biografía surgen nombres como trama Gürtel, sentencia del rapero Valtònyc, positivo en alcoholemia al conducir, plan de choque de las residencias en dos mil veinte, test de antígenos o construcciones. Dicho centro cuenta con dieciocho vocales uno de los cuales responsable de prensa en la candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso (PP) receptora del Premio Mujer y Tauromaquia dado por la gestora taurina Plaza 1 ahora en Valencia. Como director gerente un novillero que en el dos mil diecinueve tomó la alternativa política, afín a Pablo Casado (PP).

¿Por qué nadie zanja esta desfachatez envuelta en sangre y tortura?

Gala del Toro Mundial, Centro internacional de Tauromaquia de Alto Rendimiento, Escuela Taurina de la Fundación Joselito, todo en Guadalajara. Escuela Taurina en Badajoz con treinta y nueve ¡menores! y novecientos cincuenta mil euros adjudicados. Albacete, Salamanca, Palencia. Málaga, para su Escuela Taurina, apoquina  cerca de cien mil euros. Zaragoza sube la apuesta a cuatrocientos cinco mil euros para ¡inversiones!, más casi noventa mil en mantenimiento de la plaza, más el sueldo del trabajador que cuida del coso y otras cosillas, en total cincuenta mil euros más. Sevilla se decanta por la mercadotecnia con el programa turístico Territorio Toro, además de la Fundación Estudios Taurinos de Sevilla. Resaltar la hispalense Fundación Real Maestranza de Caballería, corporación nobiliaria que fomenta los toros y cuyo requisito es tener cuatro apellidos nobles seguidos. Cinco son las existentes en España, una de ellas en Valencia, algunas poseen las plazas de toros. Su eslogan: “Mantener el servicio a la Corona”.

Consejo Asesor de Asuntos Taurinos de Extremadura. Patronato de Tauromaquia en Badajoz. Dinero para sesenta y ocho explotaciones en Navarra. Escuelas taurinas surgen como setas: Andalucía, Castellón o la de Murcia que se decanta por los medios de comunicación dedicando para un ¿proyecto nuevo? ¡Sesenta mil euros!

¿Nuevas nomenclaturas para rancios negocios? Foro de Promoción, Difusión y Debate de las Ferias de Novilladas. Curso Didáctico de Periodismo y Comunicación Taurina.

¿Y qué hace el Ministerio de Cultura y Deporte? Da treinta mil euros a la Fundación Toro de Lidia en dos mil veinte con su Premio Nacional de Tauromaquia. Dicha fundación rasca por doquier subiéndose al carro de la tecnología con “Wikitauro”, maltrato animal disfrazado con digitalización.  

Federación Taurina Riojana. Premios Taurinos de Castilla-La Mancha. Centro de Asuntos Taurinos de Madrid. Consejos de Asuntos Taurinos en Andalucía, Extremadura y La Rioja. Consejo Nacional de Asuntos Taurinos (CNAT). Y ¿Cómo no? la ¡Mesa de la Tauromaquia! flamante tejemaneje taurómaca implementado en ciertas comunidades.

¿Tanta infraestructura se precisa para torturar y matar animales no humanos? ¿Qué sería de esta bellaquería sin dinero público?

¡Cómo es que sesenta ONGs (organizaciones no gubernamentales) buscan financiación mediante actividades taurinas? apunta ASANDA (Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales).

Millones de euros hacen que el pueblo no olvide esta lacra nacional ensalzándola por diversos canales. “¿Te imaginas que tu muerte fuese diversión?”.

¿Quién direcciona las ayudas europeas de cuatrocientos treinta millones de euros que van a parar a la tauromaquia desde el año dos mil dos?

Millones y millones de euros para ¡cosas! como la tauromaquia sobrepasan la capacidad de análisis en personas apabulladas por las cifras que no pueden sobrevivir económicamente.

¿Por qué aleccionar a la infancia y adolescencia en la brutalidad?

“La Generalitat Valenciana permite que se vulneren los derechos del niño. Niños y niñas adoctrinados en la más pura violencia. La gente joven tiene más empatía” proclama Diego Nevado de le Plataforma Antitaurina de Alfafar.

“Horror, sólo horror” son palabras de Ingrid una mujer francesa. “Yo vi la corrida en Pamplona y es horrible” confiesa la serbia Bibiana. Según datos de la fundación BBVA citados por Miriam, “ocho de cada diez personas están en contra de la violencia, de los toros” y de los cuarenta y siete millones de habitantes del país no llegan al once por ciento quienes asisten a estas carnicerías.

¿Por qué sigue recibiendo millones de euros un sádico y moribundo negocio irracionalmente catalogado como Bien de Interés Cultural Inmaterial, Patrimonio Cultural o Potestad del Estado?

Eduardo Punset escribiría en El alma está en el cerebro: “Decidir sin sentir nada es quizá el sueño de un verdugo pero para la mayoría de los mortales es una situación indeseable”.

¿De qué se complace quien acude a un matadero análogo al circo romano uniformado  según el código de vestimenta ideológico? “El deseo de aparentar es más fuerte que el deseo de ser”, dictamina Pierre Daninos en Snobissimo. ¿Qué clase de sensación alberga una mujer que se emperifolla como si fuese a la ópera para contemplar como un toro se ahoga en su propia sangre entre suplicios? ¿Qué piensa quien carga una almohadilla para acomodarse sobre el cemento de las gradas en las plazas de toros?

Miriam responsable de la plataforma anticaza de Valencia relata las torturas taurinas celosamente travestidas. “Días antes sin agua, sin comida”, dándoles laxantes, golpeándoles, taponando sus hocicos, engrasando sus ojos, afeitándoles las astas. “Debilitarlos”. Pinchándolos para que salgan despavoridos al ruedo y el público lo tilde de fiereza.

”Nueve de cada diez políticos no tiene interés en implicarse para legislar”. “Esto terminará cuando les quiten las ayudas y las dediquen a cosas importantes” dictamina María Jesús de treinta y ocho años, antitaurina desde hace cuatro años, vegana y anticaza. “Hay que priorizar el dinero público y por supuesto cumplir la ley” para con la infancia y adolescencia.

¿Cuándo el Gobierno se sacudirá el moho franquista que este mercadeo del dolor rezuma? “Creo que no quieren abolir la tauromaquia” apunta Bibiana.   

¿Qué hay del dinero que toreros y ganaderías dan a integrantes de medios de información, tanto a nivel autonómico como nacional, para promocionarse o visibilizar ¡su! negocio?   

“¡Tauromaquia al Código Penal!”. “¡Sin subvención se acabó la tradición!”. “Los medios también son cómplices”. “Ver a un animal sufrir ¿cómo os puede divertir?” son arengas que denuncian el bochorno nacional. ¿Tan mal está la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) que se planteaba apoyar la tauromaquia?

“Infancia sin crueldad, violencias y barbarie”. “Al PSOE no le preocupa la estabilidad emocional de los menores ni lo que dicen los máximos expertos sobre su asistencia a los festejos taurinos”. “Ciertos políticos se empeñan en que sea torturado el toro con dinero público y quieren que los más pequeños aprendan esta atrocidad por unos pocos votos”. “Desde la Plataforma Antitaurina de Alfafar tenemos claro que los festejos taurinos vulneran los derechos de las niñas y niños en todos los aspectos” declara Nevado. “El artículo de la ley 26/2018 de la Generalitat Valenciana prohíbe la asistencia de menores a los festejos violentos”. Incomprensiblemente esto se obvia.

Pestalozzi eminente pedagogo suizo apuntaba que: “El hombre es bueno y quiere el bien; y quiere sólo ser feliz, cuando hace el bien; y cuando es malo, es que se le ha cerrado seguramente el camino por el cual quería ser bueno”.

“Estaban vendiendo entradas a menores de dieciséis años, lo hemos dicho a la policía nacional y nos ha derivado a la local, la local nos ha dicho que sólo se puede reclamar desde la Diputación. Lo estaban permitiendo y no solo eso sino que he ido a preguntar a los de las taquillas y ellos mismos decían que sí que se puede vender a niños con menos de dieciséis años, que no hay problema. Bueno, un show. Total he intentado grabar algo y ahora voy a ver si tengo alguna prueba y voy a denunciar. Necesito firma electrónica, miraré a ver si lo puedo hacer telemático sino intentaré presentarme presencialmente”, declara una de las personas concentradas en protesta por las corridas de Fallas.

“Los niños aprenden observando a los adultos y a otros niños. Se ha demostrado que en una región del cerebro “habitan” unas células que son las causantes de que los humanos tendamos a imitar a los que nos rodean: son las “neuronas espejo”, relata el divulgador científico y exministro Punset.

“El mundo taurino es muy oscuro”. “Si por los antitaurinos fuera no moriría ni un toro, ni un caballo y ningún torero”.   

“Anima Natura por la defensa de todos los animales”, “Vegano por los animales en el planeta”, “Valencia sin sangre” se lee en algunas camisetas. Amnistía Animal estuvo presente en la denuncia del domingo trece de marzo al igual que Denia Animal Save y Animal Save Movement.

“La estocada no los mata, el descabello los deja tetrapléjicos, he visto toros en Algemesí, eran becerros, descabellados que mueven los ojos, los sacan de la plaza y los arrastran por las calles, una agonía, un sufrimiento que no debería de ser” apunta Miriam.

En el libro Conversaciones difíciles, Douglas Stone, Bruce Patton y Sheila Hee escriben: “Transmitir un mensaje difícil es como lanzar una granada de mano. Optar por callarse es como seguir sosteniendo la granada una vez se ha quitado el dispositivo de seguridad”.