Es ya famoso el impacto que la pandemia de la covid ha tenido en la cadena de producción y logística de los chips. Esto ha impactado en múltiples sectores que tienen la electrónica como uno de sus pilares: automoción, electrodomésticos, robótica.... Todo ello debido a la concentración empresarial y geográfica en la producción de dichos chips o semiconductores. Desde la Unión Europea se ha reaccionado y se quiere incentivar la producción de los mismos en Europa. Recientemente, el Gobierno de España ha anunciado una línea de 11.000 millones con los fondos europeos de reconstrucción para impulsar la fabricación de chips de alta gama en España. Alemania ya se ha posicionado e Intel ha informado de que invertirá 33.000 millones para implantarse allí. En Valencia hace tiempo que contamos con una planta especializada en semiconductores para aviónica militar y robótica del sector sanitario en la antigua planta que IBM de Pobla de Vallbona, que pasó a manos de Celestica en 2004 y que fue absorbida más recientemente por una multinacional americana. Esta planta es, probablemente, el mayor exponente de la producción en cadena de electrónica de semiconductores en España, y de las pocas en Europa. A nivel más artesanal de pequeña tirada, en la Universitat Politècnica de València existen varios desarrollos de vanguardia, e incluso pequeñas empresas que desarrollan distintos tipos de chips. Hitachi adquirió una dedicada a chips fotónicos, VLC Photonics. Con todo esto, y ahora que celebramos la excelente noticia de la gigafactoría de Volkswagen, sería bueno aprovechar los mimbres para sacar partido a la oportunidad que puede ser para Valencia si atraemos parte de esa inversión. Podemos poner a disposición de la empresa que quiera profundizar en el campo, la infraestructura, acceso a Know-how y a colaboradores locales. Tenemos la oportunidad de continuar con el buen trabajo de atraer la cadena productiva del futuro. Aunque de las cuatro empresas fundadoras de la asociación industrial de semiconductores de España, ninguna sea de la Comunitat Valenciana, estamos en una posición privilegiada que ya desearían otras autonomías. Pongámoslo en valor y no dejemos escapar una nueva oportunidad.