Hoy, 28 de abril de 2022, se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo 2022 y este año el foco está en la participación y el diálogo social para la creación de una cultura de seguridad y salud real y efectiva. La seguridad y la salud en el mundo laboral ha sido siempre un objetivo para las organizaciones sindicales y, en particular, para UGT Serveis Públics del País Valencià. Llevamos años planificando y desarrollando acciones ya que somos conscientes de los múltiples beneficios que conllevan las buenas prácticas en este ámbito. Beneficios que alcanzan no sólo a las personas trabajadoras sino también a las empresas y administraciones públicas, así como al conjunto de la sociedad.

No nos hacía falta una pandemia para llegar a esta conclusión, pero lo cierto es que la alerta sanitaria desencadenada por la Covid-19 ha evidenciado que contar con un sistema de seguridad y salud en el trabajo (SST) sólido, que incluya una participación efectiva de los gobiernos, empresas, personas trabajadoras y agentes de la salud pública en sentido amplio, ha sido decisivo para proteger los entornos de trabajo y salvaguardar el bienestar de las plantillas.

Mediante un diálogo social eficaz, los gobiernos y los interlocutores sociales pueden participar activamente en todas las etapas de la toma de decisiones. De ahí la importancia de la revisión de la política de SST y los marcos normativos para abordar los retos nuevos y persistentes. El diálogo social es esencial para facilitar el camino para su rápida y más eficaz puesta en práctica.

En el lugar de trabajo, una cultura de SST sólida es aquella en la que tanto la dirección como las personas trabajadoras valoran y promueven el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable. Se basa en la inclusión, mediante la participación significativa de todos los agentes implicados, en la mejora continua de las condiciones de seguridad y salud en el lugar de trabajo. Hablamos de un escenario en el que el personal se sienta cómodo y pueda expresar sus preocupaciones sobre posibles riesgos o peligros en el lugar de trabajo y en el que la dirección colabore activamente para encontrar soluciones adecuadas, eficaces y sostenibles. Para ello es necesario establecer una comunicación abierta y un diálogo basado en la confianza y el respeto mutuo.

Mientras seguimos viviendo una crisis sanitaria mundial y nos enfrentamos a continuos riesgos en materia de SST, debemos seguir avanzando en la construcción de una auténtica cultura de seguridad y salud y dar respuesta a nuevos retos como son la digitalización y el teletrabajo; el cambio climático y la necesaria inclusión de la perspectiva de género.

Pero hoy también es el día para hacer balance y señalar las asignaturas pendientes. Y la principal, el cumplimiento de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. Se han cumplido ya más de 25 años de su entrada en vigor, pero lamentablemente, empresas y administraciones públicas siguen incumpliendo la normativa. Además, insistimos en reclamar la ampliación de recursos humanos y materiales en organismos de referencia, como son el INVASSAT o la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

En definitiva, es necesario situar la prevención de riesgos laborales en el centro del diálogo social y a las personas en el centro de todas las políticas.