El Gobierno del PSOE y buena parte de los españoles ayer pasamos un día un poco tenso, ante la posibilidad que un supuesto y no demostrado caso de espionaje alterara un plan anticrisis para afrontar las consecuencias de la guerra de Ucraina que ya estaba razonablemente consensuado.

           Como informático jubilado uno ha tratado de explicar en Levante- EMV, con las prisas propias de esta época de urgencias que nos ha costado vivir, las carencias que tenía el informe y la información periodística de The New Yorker que tanto escándalo y nerviosismo estaba creando.

           Antes que alguien adjudique intenciones espureas a las dos reflexiones anteriores y a esta tecera, insistir que aquello que hayan hecho en materia de espionaje a civiles, los organismos dependientes del Ministerio de Defensa es algo que deberá explicar, cosa a lo que parece dispuesta, la ministra Margarita Robles lo más rápido y claro posible. Cuando tengamos alguna certeza los ciudadanos opinaremos y tomaremos las decisiones que nos corresponden como miembros de un estado democrático.

           La digitalización lo afecta todo, desde informes dudosos como los descritos asociados a actitudes de políticos y medios preñadas de falta de rigor, pasando por la forma como las entidades que considerábamos de confianza están firmando sus informes y terminando por las responsabilidades de las BigTech que se desentienden de todo lo que se dice en su nombre, como si fueran una nueva iglesia que practica el dudoso principio de “Roma locuta, causa finita”. Hasta aquí hemos llegado.

           Quien haya accedido al documento generador de tanta tribulación política CatalanGate Extensive Mercenary Spyware Operation against Catalans Using Pegasus and Candiru (que se traduce con facilidad, y cuya primera palabra ha tenido mucho éxito en los medios de información españoles) fechado el pasado 18 de Julio y firmado por personal de plantilla o becario de Citizen Lab de Toronto, se habrá topado con una pieza de diseño web de gran calidad, para ayudar a explicar quiénes son y como se relacionan los ciudadanos catalanes supuestamente afectados. Sin duda su calidad supera con mucho la del documento de Citizen, como pieza de ingeniería en investigación forense.  

           Este excelente despliegue web está en español, inglés y catalán(https://catalonia.citizenlab.ca/es/) elaborado por diseñadores gráficos de una empresa de Barcelona, que como todo profesional que se precie tienen su ego, y como ocurre habitualmente marcan y 'firman' sus trabajos de diseño gráfico, cosa que figura al final de la página.

           Es un trabajo muy bueno técnicamente, muy grande y que cuesta meses. Seguramente se estaba haciendo al mismo tiempo que supuestamente en Citizen Lab se revisaban los móviles y el software. De hecho hay una nota al final de la presentación, que indica que “este documento es una traducción informal del informe original en inglés, disponible aquí. Puede contener imprecisiones y sólo tiene como objetivo proporcionar un resumen básico sobre nuestra investigación. Si se encuentran discrepancias o ambigüedades, la versión inglesa es la que prevalece. Información actualizada el 18 de abril de 2022” (fecha de la publicación)”

           El acabado técnico es impecable desde el punto de vista del diseño y la empresa que lo firma es de campanillas habiendo recibido varios premios y nacida en Barcelona Domestic Data Streamers. Para dar una referencia local, citemos la colaboración con el Consorcio de Museos de la CV.

           ¡Hay que felicitarse técnicamente que a la hora de buscar una empresa de diseño, desde Toronto, se acuda a una empresa española para presentar el informe CATALANGATE!

 

  Mientras el diseño gráfico de la web está perfectamente firmado, utilizando la forma habitual de expresar la autoria en el producto final, en el  texto no aparece ninguna referencia española o catalana (salvo el segundo firmante que comenté en el primer artículo que aparece como becario sin más del laboratorio). Se trata de un proyecto multidisciplinar en el que hacen falta diseñadores, guionistas, programadores, etc. El único que firma, además de Citizen, es la empresa de Barcelona, con logo incluido; o les puede el ego, o han cobrado legitimamente por esta encargo como agencia de publicidad que son.

           Los españoles que sí aparecen son los integrantes de una lista de presuntamente espiados y hablar de presuntos es una delicadeza ya que referirme a personas que se presentan como víctimas, recurriendo a una institución extranjera supera mi cultura y quiero ser prudente.

 

           NOTA para seriófilos: El pasado dia 20, Disney estrenó THE DROPOUT: AUGE Y CAÍDA DE ELIZABETH HOLMESD, basada en Elizabeth Holmes (ya condenada) y su empresa Theranos (que engañó incluso a Kissinguer, diciendo que podía hacer todo tipo de análisis a partir de una gota de sangre). En el Capítulo 6 encontrarán un dialogo en el que se cita la opinión de The New Yorker como argumento usado para vender acciones, como prueba de la gran capacidad y futuro que tenía la protagonista. En efecto es el mismo seminario que ha generado nuestros temores, al dar total credibilidad a Citizen en el CATALANGATE.

           Realmente es muy difícil confiar en alguien hoy en día.