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carmen martinez fortun

Relato, ridículo y caos

Las escuchas de Pegasus

El relato que vence es el que convence, y, a no ser una obra literaria que admite el desorden, la fantasía, el caos, las contradicciones y la inverosimilitud, un relato de lo real para convencer debe atenerse a la claridad, el orden cronológico, la coherencia y la verosimilitud. El caso es que una anda dándole vueltas al cuento de Pegasus y lo encuentra divertidísimo pero en absoluto convincente. Obviando la elegante acuñación verbal –casualidad no menor– del moderado Feijoo –solo a un desesperado se le ocurre la estrategia de presentarlo cercano a la ultraderecha– para referirse al escándalo del espionaje de los teléfonos de Sánchez y Robles, justo hecho público en repentina rueda de prensa monclovita en la mañana del 2 de mayo, sería demasiado ridículo, aunque las líneas rojas del mismo las traspasan nuestros representantes todos los días vergonzantemente, que todo fuera para aguarle la fiesta a Ayuso.

Sí que ha hecho el ridículo el gobierno en otros frentes. Primero ante sus socios en el exterior, por su forma infantil, patética y llorica de admitir que se ha dejado espiar, poniendo en cuestión toda la seguridad de un país que aspira a albergar una cumbre de la OTAN dentro de poco. ¡Menuda credibilidad! Después ante sus más ridículos que él socios golpistas, creyendo que con su pretensión de pasar de verdugos a víctimas, les iban a ceder el protagonismo, encantados como están de volver a dar la matraca y pidiendo no una sino todas las cabezas. Y por último ante todos los españoles. Por tomarnos por tontos.

El relato es ridículo, pero eso no es lo peor. Lo peor es el caos que transmite. Robles dijo en el Congreso que no podía contestar ciertas preguntas porque va contra la ley descubrir los secretos del CNI, y ¿ayer Albares lo casca todo y en rueda de prensa? ¿No admitió ella que los indepes habían sido expiados con la ley y en legítima defensa? ¿Qué lío es este? ¿Qué embrollo disparatado, caótico y oportunista?

Mi pesimista conclusión es que si el gobierno supera tres ridículos y el caos, no hay nada que nos libre de él.

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