Como he puesto de relieve en numerosos escritos, el Corredor Mediterráneo no es una simple infraestructura, sino un instrumento fundamental para el desarrollo y transformación de la economía valenciana y la del Arco Mediterráneo español. Una primera muestra de ello la tenemos en la decisión tomada por la multinacional Volkswagen de instalar en Sagunt una planta de fabricación de celdas de baterías para coches eléctricos. Una inversión de unos 3.500 millones de euros que generará alrededor de 3.000 empleos directos y más de 12.000 indirectos e inducidos, como puso de manifiesto en la presentación del pasado 5 de mayo, el presidente de Volkswagen Herbert Diess, ante el Presidente del Gobierno y del Presidente de la Generalitat Valenciana.

Es indudable que en esta decisión de implantación de la nueva factoría de Volkswagen en Sagunt ha contribuido de manera significativa la estratégica ubicación de Sagunt y su buena accesibilidad a los espacios donde se ubica la industria automovilística española (Cataluña, C. Valenciana, Aragón y el norte de España). También la disponibilidad de una oferta significativa y de calidad de suelo industrial, así como la cercanía del puerto de Sagunt y el de València, situados en un lugar privilegiado de la gran ruta marítima que une Asia Oriental y Europa, han sido fundamentales. Pero es precisamente la conjunción de estos dos factores (puertos estratégicos y suelo industrial y terciario) y los avances que se están produciendo y se prevén en el Corredor Mediterráneo lo que hace especialmente prometedor el futuro desarrollo de nuestra Comunitat, siempre y cuando la inteligencia pública y el impulso social generen la estrategia necesaria.

En esta Estrategia de Desarrollo, tres actuaciones son fundamentales para hacer de la Comunitat Valenciana el gran polo logístico, industrial y tecnológico del sur de Europa:

1) La pronta implantación de la doble plataforma en ancho internacional, para el tráfico de mercancías y de pasajeros, hasta Tarragona. Esto permitirá no sólo mejorar considerablemente la accesibilidad de nuestros productos al mercado europeo, reduciendo tiempo, costes, seguridad y pronta entrega, elevando su competitividad, sino hacer más atractivas las inversiones y la implantación de nuevas actividades innovadoras.

2) La ampliación del puerto de València, central para la desviación de una parte importante del tráfico de mercancías que discurre entre Asia Oriental y el centro y norte de Europa a través del corredor ferroviario de mercancías en ancho internacional. Esto acortaría el tiempo, el coste y el impacto ambiental del tráfico que hoy discurre por vía marítima, bordeando la Península Ibérica. Esta desviación de tráfico traerá consigo importantes inversiones, tanto logísticas como industriales y de servicios avanzados, impulsando y transformando el sistema productivo, el empleo y las perspectivas de futuro de nuestra sociedad.

3) Generar espacios y suelo adecuados para el asentamiento logístico, industrial y tecnológico.

No cabe olvidar, sin embargo, la centralidad del Corredor Mediterráneo en esta Estrategia. Sin él, el potencial del sistema portuario valenciano y de las actuaciones de creación de suelo e infraestructuras para el asentamiento productivo se vería seriamente reducido, y con ello el potencial de desarrollo económico y social. Tener esto en cuenta es fundamental, tanto para impulsar un proceso económico transformador de amplio alcance, como para aprovechar plenamente la capacidad creativa de las inversiones a llevar a cabo. El plan de acción del Ministerio de Infraestructuras y Transporte prevé que en 2024 el Corredor Mediterráneo esté ejecutado desde Murcia, lo que permitirá que la Comunitat Valenciana esté conectada con Europa en ancho europeo.

Aunque el proyecto ha sufrido la incomprensión de los gobiernos de España, cualquiera que haya sido el partido gobernante, las bases para su finalización ya existen, si bien la presión social será necesaria para que el objetivo establecido se haga efectivo. Éste ha sido el compromiso de los empresarios del arco mediterráneo en general y del movimiento #QuieroCorredor y lo seguirá siendo, hasta que sea una realidad desde Algeciras a la frontera francesa, pues en su pronta finalización nos va el futuro.