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VA DE BO

Alberto Soldado

Eusebio y El Eder Jai de Benidorm

El Eder Jai de Benidorm era el frontón más majestuoso de España., cuando fue construido en 1973.Tenia una capacidad para dos mil espectadores. Se levantaba en el Rincón de Loix de Benidorm y sus promotores vascos pensaron que en la capital turística del Mediterráneo la cesta punta sería un negocio como lo era en Guernica, Durango o en Miami. Se equivocaron. Uno de los empresarios, pisaba los trinquetes valencianos y era uno de los apostadores fuertes. Dada la situación del frontón, habló con Enriquito, «trinqueter» más prestigioso en La Marina y acordaron introducir pilota valenciana en un frontón de 52 metros Colocaron una cuerda en el centro y un dau en el rebote y anunciaron a las mejores figuras de la época, encabezadas por Eusebio y Genovés. El éxito fue total. Se jugaba los viernes por la noche y las apuestas corrían con alegría. «Cuando se anunciaba un Genovés contra Eusebio el fronton rozaba el lleno…”, comentó a Levante-EMV uno de los gerentes del frontón, José Luis Berizuartua.

EUSEBIO Y EL EDER JAI DE BENIDORM

Eusebio recuerda que «el espectáculo era muy atractivo, a pesar de faltar la cuarta pared. Los espectadores y espectadoras, cómodamente sentadas veían la belleza de nuestro estilo. Era un juego muy exigente y físicamente agotador. De hecho los trinquetes que nos anunciaban el sábado exigieron no anunciarse la víspera en el frontón de Benidorm y esa fue la causa principal de que se acabase aquella etapa. Los pelotaris no podíamos cerrarnos las puertas de los mejores trinquetes…» El Eder Jai cerró y reabrió sus puertas en un nuevo intento fracasado con la cesta punta. Se llenó con el histórico mano a mano entre Genovés y Martinicorena.

El pelotari de Riola, que ha cumplido 80 años recuerda el Eder Jai con nostalgia de un tiempo en el que el dinero corría con alegría. «Muchas tardes en Burriana, Massamagrell, Gandia, Pelayo…había propinas de doscientas mil pesetas de la época». Considera que ayudó a ello la popularización del automóvil. «Los postores acudían a cualquier trinquete y animaban las partidas. Sin apuestas no hay emoción ni negocio. Gané dinero en la pelota y supe guardar e invertir. Me gustaba acabar la partida y llegar a casa. Quizás por eso y por autodisciplina llegue a los 49 años jugando contra los mejores…»

Su foto no está en Pelayo pero un gran mural pintado por María de Sueca ocupa las paredes del colegio de Riola: «Es una gran satisfacción. Este reconocimiento me ha llenado de satisfacción, porque es en mi pueblo…».

¿Qué fue del Eder Jai? Tras la ultima etapa dedicada a la pelota y gestionada por el cubano Joe Fernández, cerró sus puertas y lo único que sabemos es que acabó convertido en templo religioso de los Testigos de Jehová. Allí donde los puntistas jugaban las quinielas, y allí donde los valencianos lo transformaron en juego a largo espectacular, donde se jugó el histórico desafío entre Genovés y Martinicorena sólo queda el recuerdo de los más viejos. Una tarde en Pelayo, Eusebio confesó que «la pilota en los frontones de 52 metros hubiera tenido éxito asegurado fuera de València…» Pero aquel sueño se rompió.

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