“Falta transparencia, falta promoción y expansión, que fueran transparentes con todo lo que ofrecen y lo que piden, a veces ni en el BOE (Boletín Oficial del Estado)” es factible informarse sobre las becas. Así se expresa la joven doctorada en Comunicación e Interculturalidad por la Universidad de Valencia, Carla Cabrera Cuadrado Muchas becas por ello pierden el objetivo diana. “Luego ese dinero no va a ningún sitio” reseña la también primera presidenta electa, la más joven, de SIETAR Europa, organización intercultural sin ánimo de lucro.

 ¿Recala ese dinero en los bolsillos de siempre? ¿Estafas por gestionar becas y ayudas financieras para estudios? En el orbe internacional se escuchan frases fulleras al respecto: “La beca está garantizada o le devolvemos su dinero”, “sólo necesito el número de su tarjeta de crédito o cuenta bancaria para reservar esta beca”, “nosotros nos ocupamos de todo, usted sólo tiene que pagar por el proceso” o “usted es finalista” sin haber concurrido a concurso alguno. La operación Shinkei, en Andalucía, investigó la obtención de becas formativas, previo pago, recibiendo la trama el dinero de las becas y utilizando documentación falsa.

En un país donde progresivamente la educación se devalúa y manipula. ¿Qué papel, de facto, cumplen las becas, tanto gubernamentales como privadas? ¿Subsiste el enchufismo en la dación de becas? “Cada vez es más difícil, cada vez están más reguladas, habrán ciertas becas en universidades que están reservadas”.

“Cada comunidad tiene sus becas, de todos tamaños y colores”. En base a su amplio conocimiento sobre el tema, la también ganadora de la prestigiosa beca estadounidense Fulbrigt, (“para hacer estudios en Estados Unidos, te pagan vuelos, alojamiento, salario mensual, cubre todos los aspectos de los estudios”, seguro de salud), mediante la cual estudió un Master en Comunicación Intercultural e Internacional en la American University de Washington D.C., objetivamente declara que entre todas las autonomías española “Andalucía, por la cantidad de alumnos”, es la más significativa en becas, contraponiéndose a la Comunidad Valenciana. “¡Tienes que investigar lo que se está dando en tu comunidad!”.

¿Estigma o reputación para el estudiantado becado? “Depende, en las becas de renta familiar sí que ha habido ese estigma, hay muchísimas becas que no dependen de la renta popular, en algunas becas pasa al contrario, son muy altas”, casos en los que se considera al sujeto receptor “como una persona con unos logros académicos que no puede conseguir cualquiera”.

Ana María Matute escritora barcelonesa miembro de la Real Academia de la Lengua Española, Cristina Iglesias escultora y grabadora donostiarra además de cuarenta y cuatro premios Nobel más ochenta y seis Pulitzer han conseguido la beca creada por el senador estadounidense por Arkansas, el segregacionista J. William Fulbright, ostentada por la autora del ensayo publicado por NPQ, sello perteneciente al grupo editorial Sargantana, titulado Como vivir a base de becas, dividido en dos sugerentes capítulos: Cómo ser carne de becas y La guía de becas. Un trabajo destinado a jóvenes profesionales, estudiantes, padres y madres.

“Hay becas que están dirigidas a un nivel más bajo económicamente”. Las becas del Gobierno y fundaciones privadas “son para nacionales españoles o residentes en España, por el hecho de promover lo de España y que no venga cualquiera de fuera que pueda utilizar las becas”. ¿Segregación? En noticiasTrabajo.es, se especifica como uno de los requisitos para solicitar becas MEC el de que: “Es importante recalcar que su origen debe ser español”.

¿Por qué las demoras en el cobro de becas como las citadas MEC (Ministerio de Educación y Ciencia de España)?

¿Por qué las entidades privadas se han lanzado a establecer becas como si en ello les fuera la vida? “Muchas empresas ganan mucho prestigio”. Alcanzan “el ser líder” mediante un “márquetin de la empresa que llama mucho”. ¿Reclutamiento de jóvenes acorde a un perfil socio económico o de exclusivas capacidades? ¿Adoctrinamiento empresarial? Según Cabrera “para que los jóvenes te lo devuelvan”, aunque, “hay muchas empresas privadas que no tienen la intención de que después trabajen para ellos”.

¿Acuartelamiento  de aprendices y amaestramiento en estrategias capitalistas? ¿Quién selecciona al elenco becado en las empresas privadas? ¿Entidades bonificadas y con descuentos en la Seguridad Social por servirse de jóvenes sin derechos laborales? ¿Explotación disfrazada de tarea tutorizada? ¿Se inspecciona que no cristalice el fraude o abuso?

Existe la modalidad de beca remunerada con trabajos extracurriculares en la empresa y salarios ínfimos. ¿Laboralización de las prácticas? También hay becas no remuneradas para prácticas curriculares, surgida del complot entre empresa y centros formativos, y ¡algunas empresas pagan el desplazamiento!... ¿Qué menos?

Millón y medio de jóvenes trabajan sin ningún tipo de relación contractual ni cotización. 

“La FPU (Formación para el Profesorado Universitario), en España, no se llama beca, se llama contrato”.  Perich en Autopista II dogmatizaría: “Aquí se practica aquello de “a grandes males, grandes remiendos”.

 ¿Equidad en las becas? “Yo diría que sí y que no” apunta Cabrera. “Muchas veces tienen en cuenta el perfil completo de una persona”. Jaume Perich,, citando nuevamente su Autopista II, publicado allá por el año mil novecientos setenta y dos, escribiría: “Con lo de las computadoras no hemos avanzado tanto como se cree. Al fin y al cabo necesitan también un enchufe”. El mismo genio humorístico también añadiría: “A pesar de las recientes disposiciones sobre el ingreso en la Universidad, el número de albañiles mayores de veinticinco años que se han matriculado en Arquitectura es mínimo”.

¿Rangos de becas? “Las becas de la Caixa también te cubren los vuelos, matrícula, pero no tienen tanto apoyo a la hora de mudarte a otro país”. Junto a  la del Santander, considera la docta joven, son “muy completas para investigación. “Las más pobres son las bolsas de viajecitos de investigación, te cubren el precio de asistir a ese congreso, suelen ser bastante locales y dependen del tipo de proyecto”. ¿La edad como obstáculo? En Europa existen becas adecuadas a la madurez,  son “las que más te gustan promocionar, para más edades, para campamentos de adultos con cursos de emprendimiento, religión (¿?), gastronomía, durante diez días, cursos de educación no formal para promover la ciudadanía europea, luego te dan un titulito…tampoco tiene mucho”. Cabrera coincidiría con una pareja de setenta años, “participantes de Estonia”, quienes comentarían: “Vamos a hacer un curso de Erasmus Plus Key Action”.

¿Mujeres y hombres becados parejamente? “Está bastante igualado, es por méritos, he estado participando en el comité de selección de Ciencias Sociales”, de la Fulbright, y han accedido, “en los últimos años, los mismos hombres que mujeres”.

¿Dónde, cuándo, cómo lograr becas? ¿Un caramelito sólo para quienes por suerte o por conexiones acceden a lamerlo? “La gente no las conoce y no las pide, un punto muy superimportante son los colegios, los orientadores deberían estar al día, sería el origen, en universidades y formación profesional deberían tener una persona, ¡las mismas universidades ni siquiera son buenas promocionando sus becas!”.

Carla Cabrera, valenciana, a sus veintiséis años ha escudriñado y vivenciado el rocambolesco circuito de las becas. “He conseguido un montón de becas desde muy pequeñita, desde primaria”. Con tal bagaje empezó realizando borradores plasmando sus experiencias e informar a las personas “que me preguntaban, ayudar a esa gente…al primo del vecino que quería saber”

¡“Solicitar becas es algo que nunca pasa de moda”!

¿Cuánto falta para que la burbuja de los préstamos universitarios explote? ¿Negocios prestamistas mientras llega o no llega el dinero?

Retomando a Jaume Perich, en Autopista II, señalar su pronunciamento: “Todo el mundo debiera tener vocaciones pagadas”.