La logística se define, entre otras acepciones, como un sistema de organización y de gestión de la cadena de suministro donde los diversos actores (empresas, administraciones públicas, departamentos), y elementos del propio sistema (procesos internos y externos, recursos y flujos) se coordinan para actuar en una misma dirección. El sector logístico es esencial para el mercado laboral, es fundamental para la economía, es capital para la sociedad, es clave para el territorio y su desarrollo.

Desde el pasado 2021 un equipo integrado por investigadores de las Universidades de València, Alicante y Castelló, está abordando un análisis de la logística valenciana y su relación con el mercado laboral. Un estudio coral, promovido por Labora-GVA a través del programa Avalem Territori, ha tenido como referencia varios territorios destacados por su valor logístico, como Sagunt, Riba-roja de Túria, Almussafes, Elx, municipios cerámicos, etc. y actualmente se está abordando el Área Metropolitana de València, Gandia y su área, Xàtiva y la Costera, la aglomeración de Castelló, y la conurbación de Alacant-Elx.

Se han atendido diversas temáticas, entre ellas el sistema de comunicaciones, la accesibilidad; las áreas logísticas y las propiedades del suelo; las empresas y el empleo del sector logístico.

¿Qué procesos condicionan y mejoran la innovación en el sector logístico y su relación con el mercado laboral? Entre las conclusiones derivadas de esos estudios hemos definido varios temas de referencia obligada en las relaciones entre el sector logístico y el mercado laboral. Su enumeración, a modo de decálogo, permite su caracterización.

Primero. La oportunidad de la colaboración público-privada, que constituye una condición de la gobernanza. Nos referimos a la necesidad de plantear misiones, visiones y metas comunes, entre la administración pública, las empresas y diversas organizaciones, como las universidades o los sindicatos. La administración pública, en particular, es la responsable de la planificación urbana y la ordenación del territorio.

Segundo. La incorporación de la innovación tecnológica, en la totalidad de las fases de la logística, con el reto de mejorar la competitividad. Aludimos a la digitalización, la automatización, o la industria 4.0, que son procesos insustituibles para la mejora de los sistemas de transporte, de almacenaje, distribución o información.

Tercero. La revalorización de la escala local. Los procesos de industrialización actuales, así como el desarrollo logístico, deben atender las claves del desarrollo del entorno territorial, comarcal o del área funcional. El conocimiento de los recursos locales, las redes y la innovación territoriales adquiere protagonismo.

Cuarto. La colaboración entre «territorios logísticos», con la finalidad de aunar esfuerzos y experiencias, para constituir territorios más competitivos. Insistimos en una visión «glocal» para el desarrollo del sector logístico. Cobra especial valor las alianzas entre los ayuntamientos que muestran cierto liderazgo.

Quinto. El compromiso del sector logístico con el desarrollo sostenible, mediante la adecuación de los 17 ODS de la Agenda 2030; es decir, la sostenibilidad económica, medioambiental, social y cultural, se transforman en los retos a alcanzar, como una muestra más del compromiso con el territorio.

Sexto. Es necesario profundizar en la transición energética, ante el incremento de los costes y los problemas de gestión, buscar soluciones a través de las energías renovables, las comunidades energéticas, u otras fórmulas de explotación y generación.

Séptimo. Es deseable reflexionar y trabajar en torno al concepto de Universo Territorial Inteligente, a caballo con el know-how, la formación, el ambiente acogedor, las oportunidades empresariales, o las infraestructuras. La meta común es mejorar la competitividad del sector logístico.

Octavo. La accesibilidad y el espacio geográfico son temas fundamentales, es decir, el análisis de las infraestructuras de transporte y del equipamiento del suelo logístico. Adquiere especial atención los costes, el tiempo y la seguridad en los desplazamientos, tanto nacionales como internacionales. El abastecimiento de materias primas, así como la exportación de productos elaborados adquieren protagonismo.

Noveno. El conocimiento del territorio implica la identificación de aquellos actores que son esenciales para la creación de empleo, nos referimos a las empresas. La necesidad de confeccionar un atlas empresarial, del sector logístico en particular, que identifique quién es quién en ese sector empresarial, así como la caracterización del mismo, haciendo hincapié en necesidades y en fortalezas del tejido empresarial. Dicho atlas constituye un instrumento útil para el análisis de las alianzas presentes y futuras entre empresas.

Décimo. La mejora de la formación en campos específicos, relacionados con el mercado internacional, la gestión en la organización logística, las competencias digitales, etc. y en facilitar la capacidad de ejecución de los Planes de Reconstrucción Next Generation, a través de medios eficaces que faciliten su implantación.

Finalmente, somos conscientes de que la existencia y la disponibilidad de suelo industrial equipado convenientemente es el requisito irreemplazable para el fortalecimiento de los tejidos productivos y el desarrollo de la logística territorial; de ahí que la administración autonómica valenciana haya mostrado interés en regular su ordenación territorial y planificación urbanística, y con ello, haya contribuido a la política del desarrollo regional. En ese sentido destacan las acciones en torno a la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV), los Planes de Acción Territorial (PAT) y los Proyectos de Inversión Económica Sostenible (PIES). Acciones que tratan tanto la planificación territorial regional como la agilización de inversiones estratégicas y prioritarias, y con ello, desarrollo y empleo.