Isabel II descansa en paz después de diez días de homenajes y vigilias de aquí para allá, un periplo que muy bien ofrece material no solo para un par de capítulos de «The Crown», sino para una serie documental o una de ficción british al estilo de «Arriba y abajo» o «Downton Abbey»: las vicisitudes y conversaciones del ‘servicio’, los funcionarios y otros encargados de cumplir el férreo protocolo sobre el qué hacer tras la muerte de la reina, con los familiares cerca pero manteniendo siempre la distancia social requerida, por supuesto.

El adiós a la monarca ha supuesto un excelente impulso para empezar el curso televisivo, sobre todo, para los servicios informativos de RTVE que siempre brillan en la cobertura de acontecimientos internacionales con sus corresponsales y enviados especiales.

La 1 fue la cadena más vista para seguir la retransmisión del funeral de Estado con más de un millón de espectadores de media desde las once de la mañana. Más de cuatro millones conectaron con el especial presentado por Carlos Franganillo con Anna Bosch como analista. Aparte, los perfiles en redes sociales del ente público que ofrecían los fastos obtuvieron seis millones y medio de visualizaciones, casi cuatro de ellos en TikTok. El vídeo en esta red en el que se retiran la Corona del Estado Imperial, el orbe y el cetro reales es el más visto en las redes sociales de RTVE. Hay vida, es decir, audiencia interesada en contenidos informativos en estos territorios todavía con posibilidades periodísticas por explorar.

Junto al público que eligió otros canales para ser partícipes de la histórica jornada, pocos han permanecido al margen de la noticia que ha marcado septiembre y que de nuevo pone de manifiesto la fascinación que suscitan determinados personajes, un embrujo que te hace volver a tragarte en La 2 los seis capítulos del documental «Los Windsor. En las entrañas de la dinastía real».

Estamos ante una atracción irresistible que te engancha como, en otra dimensión totalmente distinta, nos pasa con personajes de ficción. Pienso en Indiana Jones, uno de los comodines de los programadores que siempre funcionan. No sabes cómo rellenar un hueco en el prime time, pues colocas En busca del arca perdida o, mejor aún, repones las cuatro. Casi el mismo número de ciudadanos siguieron a Harrison Ford y Sean Connery en su última cruzada que a Pedro Sánchez en su entrevista con Xavier Fortes.

Seguro que volvemos a ver estas películas que nos sabemos de memoria antes de que estrenen la quinta el año que viene. Así somos muchos.