En los últimos días se ha abierto una nueva polémica que ciertamente puede resultar muy peligrosa. Definitivamente el Partido Popular se ha abonado a un mensaje completamente populista de: «Te digo lo que quieres oír para que me votes que luego ya veremos lo que hago». Es una nueva versión de aquella frase lapidaria de Cristóbal Montoro cuando dijo: «Que se hunda España que ya la levantaremos nosotros».

Me refiero, como muchos de ustedes habrán imaginado, a la campaña orquestada por las comunidades autónomas gobernadas por el PP de la supresión del impuesto del patrimonio.

Así, vemos que al anuncio de Díaz Ayuso se ha sumado el presidente de la Junta de Andalucía afirmando y cito textualmente que: «Creo que el modelo de Madrid ha funcionado y es un modelo de éxito». Moreno Bonilla quiere competir con Ayuso porque, asegura, «en un mundo global y competitivo las comunidades con menos presión fiscal son más atractivas a la inversión».

Es decir, sin ningún tipo de pudor afirman solemnemente que es mejor tener una menor presión fiscal… pero coincide que siempre es para los que más deberían aportar. Lo malo es que no hemos aprendido porque siempre que gobierna el PP juega al dumping fiscal. Y el partido que se llena la boca hablando de la unidad de España es el mismo partido que potencia la rivalidad entre las comunidades autónomas de España. Esa es su verdadera idea de España: la de la competencia desleal, la del sálvese quien pueda y la del conmigo o contra mí.

Pero las monedas siempre tienen dos caras y la otra cara de Andalucía y Madrid, como comunidades abanderadas de esta guerra de impuestos y enfrentamientos en la que nos quiere meter el PP es que, mientras ofrecen grandes ventajas fiscales a las grandes fortunas, ahogan a la clase media trabajadora de esas comunidades recortando derechos a base de falta de inversión.

Pero veamos cuál es la realidad de estas comunidades en la prestación de servicios básicos a la ciudadanía: Madrid y Andalucía se sitúan en cabeza de las comunidades autónomas que menos gastan en educación por alumno según las últimas cifras publicadas correspondientes a a2021. Así mientras que Madrid gasta por alumno 755 euros o Andalucía 991, comunidades como la Comunitat Valenciana con 1.087 euros, Extremadura con 1.128 o Navarra con 1.248 (todas ellas gobernadas por el PSOE), es decir, la diferencia por ejemplo entre un alumno madrileño y un navarro es prácticamente del 50 %.

Y si vemos las cifras de inversión en sanidad ocurre exactamente igual: mientras que la inversión en 2021 por cada ciudadano de Madrid en sanidad fue de 1.207, la inversión por cada habitante que vive en la Comunitat Valenciana o en Rioja fue de 1.478 y de 1.692 euros, respectivamente.

Es decir, Ayuso y Moreno Bonilla, el PP, practican la ley del embudo: lo ancho para las grandes fortunas y lo estrecho para los servicios básicos como sanidad y educación.

Pero mientras tanto el PP se intenta aclarar con sus propios líos internos, España tiene un gobierno responsable y solidario con los ciudadanos y leal con los gobiernos autonómicos.

Porque en estos momentos complicados por los que estamos pasando, España y los españoles no necesitamos al partido del miedo, la bronca y negacionista, como está haciendo el PP, cuyos objetivos principales son entorpecer la labor del gobierno y ayudar a los que más tienen.

Lo que necesita nuestro país es un gobierno que tome medidas que protejan a la mayoría social, a la clase media trabajadora, a autónomos, a empresas y hacer que España progrese y avance. El gobierno de y para la gente, el de la «buena política» que piense en los derechos y en la garantía de estabilidad y de confianza en el futuro. Porque Srs. del PP el miedo y la tierra quemada, no es alternativa para este gran País.