“Van a perder votos, desde luego el mío ya lo han perdido, mi padre era socialista y si levantase la cabeza se moriría otra vez, no entendemos lo que está pasando en este momento, nos estamos sintiendo traicionados y avergonzados”. Irene, colaboradora de una organización sin ánimo de lucro-“nosotras nos dedicamos a personas y a animales”- refiere que son multitudes las que protestan por la vergonzosa, cobarde y cruel enmienda del PSOE que excluye de la protección a animales empleados para la caza, el pastoreo, rescate, emergencias y en operaciones de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Dicha ley obligaría a cuantas personas se dedican a la caza y sus variopintas redes de lucro a registrarse como cuidadores y cuidadoras cumplimentando las responsabilidades, para con el bienestar de los animales. ¿Quién quiere ser cuidador o cuidadora cuando su negocio se cimienta en la muerte y tortura?

“PSOE ¿Quieres votos de los maltratadores, o prefieres los votos del futuro? Es el texto de una pancarta.

María Wistlawa Anna Szymborska, poetisa polaca, Premio Nobel de literatura en mil novecientos noventa y seis, en la antología titulada Paisaje con grano de arena poetizaba: “En el tercer planeta del sol, la conciencia limpia y tranquila es un síntoma primordial de animalidad.”

“Los políticos tienen el poder de cambiar las cosas. ¡Que no se apoyen a partidos que defienden el maltrato animal! Es importante para los que vemos que esto tiene que cambiar”. Pedro Sánchez “nos ha engañado” prueba de ello es un vídeo “donde dijo que protegería a estos perros”. Diego presente en la concentración contra la infamante enmienda, activista, vegano y voluntario del partido animalista Pacma afirma que: “La gente cada vez está viendo que este partido no excluye a los animales, para Pacma es lo mismo un cerdo, un pez” o cualquier otro animal. Admite que: “Intentaría cambiar la ley para que la caza no existiera, consiste en matar por placer”.

“Si no lo hace ahora el PSOE, lo hará con el tiempo”. Ahora no, “por los votos de Castilla-La Mancha y Extremadura”, comenta Eugenia. ¿Servilismos a intereses de terratenientes cinegéticos y personas de gatillo flojo? ¿Millones de animales criados exprofeso para luego lograr astronómicas ganancias como los dos mil novecientos euros por un puesto de caza y ciento setenta y seis mil ciento cuarenta y cuatro euros por tres jornadas de caza mayor, más la contratación de una rehala si no se tienen perros? ¿Alguien cree que matar animales en una montería, cacería, coto, finca, cortijo y demás espacios es cosa del pueblo llano? Eso sería en épocas legendarias, en entorno rurales, para la supervivencia. Actualmente el ochenta y siete por ciento del territorio español se dedica a la caza y tiene nombres y apellidos, exclusivo negociazo para una sociedad nostálgica del autoritarismo identitario y tarjeta de visita para trepas de tres al cuarto.

“¡Más adelante se enfrentará, cuando pasen las autonómicas! España está muy atrasada en trato con los animales”, esgrime Eugenia.

¿Dónde los derechos animales ante la masacre y martirio de ejemplares en investigación, diversión, caza y demás? “¡Inhabilitación para tener animales, para siempre! y si el maltrato es muy notorio, ¡prisión!”, agrega la misma participante quien apostilla: “En España, en el interior, las tradiciones siguen vigentes, pasan de padres a hijos, la gente, predominantemente, no tiene estudios superiores”.

“Els que maltracten animals no poden ser socialistas” se lee en otra pancarta

¿Qué degeneración humana hace posible el pintar de verde a una perra, “cachorrita”, y tirarla al estanque de El Palau en Valencia? Sucedió un treinta y uno de diciembre y la hija de Carmen, una de las personas manifestantes, se la llevó a su madre quien, en el mitin manifiesta su absoluto repudio por la incomprensible y fatal enmienda socialista contra algunos animales. “Mucha gente, igual que los políticos, están vendidos, toda la gente de alta alcurnia es taurina y cazadora, por ejemplo, mi dentista. Tiene cuernos en la consulta, fotos cazando leones, me dan ganas de cambiar de dentista”. Este profesional relacionado personalmente con la tauromaquia, ni corto ni perezoso, le preguntaría: “¿Qué? ¿Te has ido a Madrid con el maricón de Jorge Javier?”, (refiriéndose a la concentración nacional antitauromaquia). ¡Ese es el perfil! señoras y señores integrantes del partido socialista! ¿A qué instaurar herramientas en defensa de derechos y libertades si al pelotón homófobo, enraizado en toda clase de aberraciones de maltrato, se le da carta blanca para refocilarse? “Sé que hay cazadores que son para comer” añade Carmen, vegana desde hace nueve años, activista en Alfafar Antitaurino quien lucía para la protesta una camiseta con el mensaje de: “Yo tengo un perro en el sofá de mi casa”. Carmen estuvo acompañada por su perra Cleo-“es desecho de cazador”-y su otro perro Ron. Finalmente apunta desconsolada: “Desgraciadamente todo va a seguir como está”.

Dama es la perrita protagonista del relato titulado Cachorro obra del escritor y periodista palentino Tomás Salvador quien pone en boca de ella: “Los perros valemos lo que valen nuestros amos”.

Sánchez tiene un perro al que “le tiene mucho cariño, que piense si a su perro le gustaría que le hiciesen lo que les hacen a los de caza o pastoreo, que no son tan maltratados como los de caza, pero sí”, expone Carmen. ¿Y las mujeres qué papel desempeñan? “Estadísticamente tanto en tauromaquia como en caza participan menos, pero las hay muy activas” asevera. Si por ella fuese: “Prohibiría la caza”.

¡Anualmente medio millón de jabalíes e igual número de ciervos son cazados en España por escopeteros en sangrientos encuentros de linaje! ¿Y en la caza de “alpargata”?

Susan McHugh doctora en Filosofía, coeditora de la serie Palgrave Studies in Animals and Literatura (estudios literarios sobre animales), editora gerente de Humanidades para la revista académica Society and Animals, en su ensayo titulado Perro, traducido a siete idiomas, apuntaba: “El interés contemporáneo de las relaciones jerárquicas eclipsó las antiguas concepciones igualitarias acerca de los perros y los hombres. Estas relaciones jerárquicas están ya tan afianzadas a principios del siglo XIX”

¿Dónde la empatía, la inteligencia emocional? “Cuando dejemos de maltratar a los animales se acabaran las guerras, por eso no quieren incluir a estos perros en la ley”. Mariví psicóloga perteneciente a PRODA (Asociación de Profesionales para la Defensa de los Animales) se centraba en el sistema educativo y en el terrorífico efecto que se ocasiona a la infancia con enseñanzas de violencia algo que luchan por contrarrestar. “Que los niños se planteen en cómo quieren ser en su vida; en dos mil uno empezamos a dar charlas para hacerlos pensar, no hay que seguir enseñando tradiciones, que los niños puedan tener oportunidad de revisarlas y hacerlas mejores”. Añadiendo: “La gente que maltrata tiene mucho más dinero. Somos el mayor depredador”.

¿Agarrarse a la crueldad por votos y clientelismo? ¿En qué piensan ciertas entidades oficiales cuando sufragan la enseñanza y ejecución de torturas y violencia? “Ahora ya no pegamos a los niños como en la Edad Media”, puntualiza Mariví. ¿Y las familias que hacen al respecto? “Las familias que les gusta el maltrato van a transmitir eso, he visto absolutamente de todo en la escuela”. Ante la hecatombe de valores: “¡Educación humanitaria!”, resume la enseñante recalcando los benefactores efectos de sanación y pedagógicos para la infancia a través del contacto respetuoso con animales, “sobre todo en animales de interacción”. ¿Guarderías infantiles que alquilan animales llevándolos de local en local?

“Dret a la vida”. “Derecho a la seguridad”, son otros mensajes escritos.

La antropóloga Marshall Thomas escribiría: “¿Son capaces los perros de desarrollar pensamientos y sentimientos? Por supuesto que sí. De no ser así, ya no existirían. Al fin y al cabo, los pensamientos y las emociones poseen un valor evolutivo. Un organismo dotado de intelecto, ya sea de persona o de perro, logra enfrentarse con éxito a una amplia variedad de problemas”.

“Creo que van a pasar de nosotros, esperemos que no” declara Guillermo de Valencia Animal Save. ¿Hasta cuándo la cruel e inmovilista política “de entonces”? ¿Qué bulle en el entorno rural? Hay “pueblos que se están poniendo en contra de los cotos de caza,”. Hay que “intentar ponerle más trabas a la caza, ¡la sociedad está en contra de la caza!”, formula Guillermo, a lo que Helena, su acompañante en la concentración, puntualiza: “Si todas las personas que dicen que quieren a los animales lo extendiesen a otros” todo cambiaría. Pero hay un negocio bien aquilatado para quienes tienen “poder adquisitivo” con la identificación de la crueldad como bandera de estatus o ilusorio coraje.

Elizabeth Marshall Thomas, la antedicha escritora estadounidense, en su libro La vida oculta de los perros expuso: “No hay día en que la sociedad humana no “ejecute” a miles de perros que durante toda la vida intentaron comportarse lo mejor posible ante los ojos de sus amos. Se trata de perros que mueren no por ser malos, sino por resultar inconvenientes”.