Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Maite Mercado

Criadas y señoras

Imagen de la nueva temporada de "The Crown"

En la vorágine de series en la que es imposible mantenerse actualizado, esta semana en un mismo día debutaba ficción española en TVE e irrumpía la esperadísima quinta parte de «The Crown». En realidad, el estreno de «Sin Límites» en la tele pública no lo era tanto puesto que lleva cinco meses en Prime Video y por el modo en que la van a despachar, a tres capítulos en dos noches, la dan por vista. Pero antes de meterme en el trío Diana, Carlos y Camila, me sumergí en el último episodio de la también quinta sesión de «El cuento de la criada» que lleva desde septiembre en HBO sin hacer apenas ruido. A finales del próximo año o en 2024 veremos el cierre de esta distopía.

También se ha anunciado la puesta en marcha de la adaptación de «Los testamentos», la novela que Margaret Atwood publicó en 2019 situándola quince años después del relato de Defred que vio la luz en 1985 y en el que se basó la magnífica primera temporada de la serie. Esta segunda parte literaria sin June Osborne cuenta como una spin-off en la que conoceremos mucho más a la tía Lydia.

Desde que la protagonista salió de Gilead, la historia multipremiada de Bruce Miller había perdido fuelle. Sin ella como criada vestida de rojo, los tejemanejes políticos no estuvieron a la altura de la tensión irrespirable que se consiguió trasladar en la casa de los Waterford.

Con la brutal ejecución del comandante (Joseph Fiennes) finalizaba la cuarta entrega y empieza esta, que gana cuanto más aparece la ahora viuda Serena Joy (Yvonne Strahovski) en lugar de los excesivos aspavientos en primer plano de Elisabeth Moss. La actriz dirigió los dos primeros capítulos, lo que llaman la premiere, en los que se regaló una tarde en el ballet fuera de esa casa de refugiados en Canadá compartida con Luke, Moira y Nichole.

Conforme avanza la temporada, el duelo entre las dos rubias va subiendo en intensidad hasta llegar a parecer un verdadero western en medio del campo pistola en mano. El Ok Corral es aquí un granero destartalado y la sangre es la del parto de Serena mientras se alternan escenas de otro nacimiento en Gilead cuando ellas eran criada y señora.

Ahora la de verde comprende cómo se sentía June siendo considerada una vasija a la que robarle el fruto de su vientre tras perder su estatus y ser medio secuestrada por los malísimos Wheeler. Aunque no está bien explicado qué pintan estos en tierra de nadie, sirven para que Serena y June acaben juntas en el mismo tren hacia el oeste, camino del desenlace, con sus bebés en brazos y dejando atrás a sus maridos.  

Compartir el artículo

stats