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Juan José Millás.

Tierra de nadie

Juanjo Millás

Nos tragamos cosas increíbles

No sé en qué día de la semana vivo, pero se lo pregunto a Siri y me informa al instante. Dice que me encuentro en el martes, por poner un ejemplo, y enseguida me hago una idea de la situación. Anteayer fue domingo y pasado mañana será jueves. Pensándola de este modo, la semana se convierte en un lugar físico que he de atravesar como el que va de una esquina a otra de la calle, o como el que recorre las estaciones del metro. En la ciudad en la que vivo hay seis líneas de metro, creo, a la que me gusta añadir la línea de la semana. Acabo de amanecer en la del martes, pues. Me asomo a la ventana y la atmósfera huele, en efecto, a martes. Los martes son un buen día para ir al mercado, de modo que me visto y salgo a la calle marciana con el ánimo de volver de la compra con un par de filetes de pez espada frescos.

Ya en la cola de la pescadería, la señora de delante se vuelve y me pregunta que día es hoy. 

-Martes -le digo.

-Estaba convencida de que era miércoles -dice ella.

-Cada uno se baja en la estación que quiere -la tranquilizo-. Nadie le impide a usted vivir en miércoles si eso es lo que le apetece.

-Gracias -responde ella-, pero me gusta ir al ritmo del resto de la gente. Si todo el mundo está en martes, yo también.

Algunos domingos por la tarde me instalo en el lunes porque no me gusta ese tramo de la semana. De modo que salgo a caminar por el barrio y veo, desde la dimensión del lunes, cómo vive la gente en el domingo. Los días, por fortuna, no son compartimentos estancos: desde el viernes, sin ir más lejos, te puedes asomar al sábado y ver qué tal se presenta. 

-Este sábado anuncian lluvias -me ha dicho mi mujer cuando he vuelto de la compra con los dos filetes de pez espada frescos.

-Pues nos quedaremos en el viernes un día más -le digo.

-Pero estoy deseando que llueva -dice ella.

-Vayámonos entonces al sábado -concluyo alegremente.

La semana posee una plasticidad increíble. Si un jueves, al despertarnos, dijeran por la radio que vuelve a ser miércoles, lo aceptaríamos sin problema alguno. Cosas más difíciles nos tragamos.

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