BOLOS

Remontada épica

Ariel Ortega. "Burrito"

Ariel Ortega. "Burrito"

Joan Carles Martí

Joan Carles Martí

El jueves pasado se cumplió un cuarto de siglo de aquel legendario Barcelona 3 – Valencia 4. Aquel 19 de enero de 1998 estaba en el Camp Nou y ha pasado a ser, por méritos propios, uno de los partidos en directo grabados en mi disco duro. Por cuestiones que no vienen al caso, siempre recuerdo aquella fecha. Vi el partido rodeado de culés, y como se sabe nada más empezar la segunda parte, el Barcelona llevaba tres goles por delante (Luis Enrique, Rivaldo y Cáceres en propia).

Pero cuando todo parecía perdido, el Valencia anotó en cinco minutos dos goles (Morigi en el 69 y Claudio López en el 74). Pese acortar distancias, los azulgranas con el marcador a favor querían dormir el partido, pero de nuevo ‘Piojo’ López (m. 88) y luego Ariel ‘Burrito’ Ortega (m. 89) dejaron el 3-4 final.

Nunca más he visto al Valencia rodeado de aficionados rivales. Fue la primera y última. Quien haya pasado la experiencia sabe que es inolvidable, porque estás solo ante el subidón y encima con una épica remontada con la que no contaba nadie.

Además del 25 aniversario de aquel partidazo, me ha venido a la cabeza de nuevo porque entonces también había un entrenador italiano en el banquillo, Claudio Ranieri, y porque el gran revulsivo que dio la puntilla al Barcelona fue el ‘Burrito’ Ortega, que salió en la segunda parte después de públicas desavenencias con el técnico y una posterior reconciliación.

La gestión del vestuario es el gran reto de un buen entrenador. Ranieri – el “Señor Rinaldi’, como lo bautizó Paco Roig- lo hizo muy bien en su primera etapa y mal en su segunda en Mestalla. Los futbolistas, todos, son grandes egoístas que intentan sacar el máximo posible en su corta carrera. Por eso, Gattuso a veces me recuerda a su compatriota, para bien y lo contrario.

El Valencia entra en una semana decisiva. El lunes ante el Almería es el momento de engancharse a LaLiga tras los últimos traspiés y el buen juego en Gijón. Y el jueves ante el Athletic puede volver la euforia si se vuelve a semifinales de Copa.

Como sé desde hace cinco lustros, el Valencia es capaz de todo, también de remontadas imposibles. Es cuando más se necesita de la experiencia de Gattuso para dosificar al equipo en una semana trascendental.

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