REFLEXIONES

Por respeto a nuestros barrios y sus gentes

Fernando Victoria

Fernando Victoria

La Oficina de Estadística del Ayuntamiento de Valencia ha hecho público su informe de 2022 sobre las áreas vulnerables de la ciudad. El documento identifica las zonas que son potencialmente vulnerables o directamente vulnerables en función de su equipamiento, demografía o situación socioeconómica.

El objetivo de este documento no es otro que aportar algo de luz sobre aquellas zonas de la ciudad que, por sus circunstancias, requieren una atención especial y que debería ser objeto de un mayor número de actuaciones.

Basta con echar un rápido vistazo a los datos del informe para concluir que Poblats Marítims es uno de los distritos de Valencia más vulnerables o potencialmente vulnerables. Concretamente, la totalidad del barrio de Nazaret está catalogado como vulnerable por sus bajos índices en el ámbito socioeconómico, que incluye las variables de nivel académico, turismos, vivienda, IAE, paro registrado o nivel económico.

Es evidente que existe una urgencia en este barrio, como también en otras zonas del Cabanyal-Canyamelar o el Grau, por no abandonar el ámbito de Poblats Marítims. Además, desgraciadamente, los bajos índices en el ámbito socioeconómico suelen ir acompañados de otros, igualmente pobres, en cuestiones de vital importancia como son los servicios públicos o los equipamientos.

Como ciudadanos debemos exigir que se tomen las medidas adecuadas para tratar de solucionar esta situación con propuestas realistas y concretas que trasciendan más allá de un par de actuaciones que más buscan un rédito electoral que una solución a largo plazo.

Desde la Asociación de Directivos y Empresarios Logísticos, Propeller Valencia, nos permitimos recordar que existen proyectos (actualmente paralizados o retrasados por una absurda batalla política), que contribuirían decisivamente a minimizar o eliminar el estado de vulnerabilidad de los barrios del Distrito Marítimo.

La Zona de Actividades Logísticas, ya urbanizada pero paralizada, va a generar 2.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos a los que habrá que sumar los puestos inducidos de un sector como el logístico que es una fuente de creación de nuevas oportunidades para la contratación de personas. Además, existe un compromiso para que las empresas que allí se instalen, que de momento tienen comprometida una inversión de 73,4 millones de euros, prioricen la contratación de personas desempleadas del barrio de Nazaret.

La Terminal Norte de Contenedores, que se instalará en la ya construida Ampliación Norte del Puerto de Valencia, prevé asimismo multiplicar por dos el empleo que genera el Puerto hasta alcanzar los 80.000 puestos de trabajo en 2030 y supone una inversión público-privada de 1.400 millones de euros, de los que 1.000 millones corresponden a la iniciativa privada.

Con los datos del informe encima de la mesa, que ponen de relieve dónde hay que actuar y de forma urgente, resulta del todo incoherente explicar cuál es la cruda realidad de algunos barrios y oponerse a darle la vuelta a la situación paralizando proyectos que aportarían una buena solución

Nos sobran los motivos para asegurar que ejecutar estos proyectos, que cumplen estrictamente con las exigencias medioambientales vigentes, es un ejercicio de responsabilidad que debemos exigir a quienes nos gobiernan o gobiernen por respeto a nuestros barrios y a las personas que los habitamos.