APUNTE

La larga noche de la transición

Alejandro Mañes

Alejandro Mañes

La puesta en escena de la reciente moción de censura al presidente del Gobierno, con Ramón Tamames como candidato, trae de nuevo a nuestra memoria, aunque algo distorsionadas, algunas imágenes de la transición del franquismo a la democracia. En palabras de José Luis Villacañas, en estas mismas páginas de Levante-EMV, «en realidad estamos ante una revisión franquista de la Transición». La transición política española, tuvo un extenso recorrido. En los años que comprende el tránsito desde la dictadura hasta la democracia, tuvieron lugar numerosas acciones que trataron de impedirla. Al entrar en la valoración de aquella transición, en general positiva, existen quienes la cuestionan, y otros que la analizan reivindicando un mayor rigor.

La transición valenciana, no fue mejor ni peor que la española, simplemente fue diferente, múltiples acontecimientos se fueron sucediendo, en aquellos años, que acabaron desembocando, en Madrid, en enero de 1977, con la denominada, «semana trágica de la transición», y los asesinatos, entre otros, de los abogados del despacho de Atocha, mientras en València se sucedían numerosos atentados. Cuatro años más tarde, el 23 de febrero, ya en 1981, llegaría el golpe de Estado, con asalto al Congreso de los Diputados, en Madrid, durante una sesión plenaria, mientras en València, salieron los tanques a la calle. Un año más tarde, octubre de 1982, con las segundas elecciones democráticas, que llevaron al cambio de signo político en el Gobierno del Estado, se vino a dar por finalizada la denominada transición. Con estos antecedentes, y por los motivos citados, siempre es causa de alegría la aparición de un libro, que analiza y profundiza en los hechos que vivieron los valencianos en el paso de la dictadura a la democracia, «Una historia de violencia. La Transición Valenciana (1975-1982)», que publica, Tirant Humanidades. Su autor, Borja Ribera, la ha dejado escrita, tras largos años de estudio, fruto de su tesis doctoral en Historia Contemporánea por la Universitat de València. Es la historia bien documentada de la transición valenciana, siguiendo el eje relevante de cómo la violencia pretendió condicionar los cimientos políticos, frente al funcionamiento de la sociedad democrática. El autor lo advierte en las primeras líneas de la introducción. «Si algo parece claro, es que cuanto más sabemos de la transición española a la democracia, menos pacífica y modélica resulta». Entre 1975 y 1982, Borja Ribera, sitúa numerosos actos violentos al analizar la transición valenciana, entre ellos, agresiones callejeras, ataques con cócteles molotov y otras intimidaciones violentas, no tan espectaculares, pero graves en su gestación y consecuencias. Acciones diversas entre las cuales, las más relevantes, son las que se corresponden con las realizadas por grupos de extrema derecha o frente a los considerados catalanistas.

Veníamos de una férrea dictadura, que duraba más de 35 años, con la que unos querían seguir y otros querían impedirlo. Posiciones encontradas que generaron enfrentamientos. La motivación de la violencia estaba en impedir un avance de la política de libertades y de la autonomía territorial, tratando de colapsar, con actos violentos, la trayectoria a la democracia, que el libro de Borja Ribera permite conocer y valorar con acierto.