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Opinión | Las científicas cuentan

Los barcos también son de ellas: mujeres relevantes de lo marino y lo naval

Los barcos también son de ellas: mujeres relevantes de lo marino y lo naval

Los barcos también son de ellas: mujeres relevantes de lo marino y lo naval

De todos es conocido que la historia se ha contado, casi siempre, a medias, de modo que conocemos a los grandes navegantes, a los grandes marinos de guerra, a los grandes ingenieros, pero... ¿qué pasa con ellas?

En cierto modo, parece como si la mujer no hubiese existido más que como «persona de compañía», ese ser al lado de los grandes personajes. Tanto es así, que cuesta incluso encontrar los nombres de esas grandes contribuidoras al progreso de la humanidad en general, y del sector marítimo y naval en particular. En este último caso es tarea aún más difícil, si cabe, por no mencionar el hecho de que la literatura en español es casi inexistente.

Si bien en los últimos años se viene trabajando arduamente por devolver a nuestras grandes mujeres al puesto que les corresponde en la historia de modo que sus nombres sean de todos conocidos y considerados cultura general, sobre todo en un país como el nuestro, rodeado de mar, que tiene una gran tradición naval, y que consigue grandes logros que después no suele contar, nos queda todavía trecho por andar.

A la vista de esto, parece necesario y adecuado hacer un repaso a algunas de estas historias, sacarlas a la luz, de modo que pongamos nombres y apellidos a ingenieras, marinas mercantes y de guerra e investigadoras, por nombrar algunas de las categorías en las que se podrían clasificar. De este modo, no solo las pondremos en valor a ellas, sino que las generaciones futuras tendrán unos referentes en los que fijarse, un modelo a seguir, de modo que algún día deje de ser una noticia sorprendente la existencia, por ejemplo, de una tripulación totalmente femenina (nadie cuestiona el hecho de las tripulaciones 100% masculinas). Quizá, de entre todas estas categorías, la menos desconocida sea la de las investigadoras marinas. Así, nombres como Jimena Quirós, primera oceanógrafa española, o Ángeles Alvariño, primera oceanógrafa embarcada en un buque británico, nos pueden sonar un poco, lo mismo que si hablamos de Emma Bardán, la más prolífica de la primera generación de oceanógrafas del IEO, o Josefina Castellví quien, junto a Marta Estrada sería una de las primeras españolas en ir a la Antártida, pasando después a ser la directora de nuestra base allí.

Entre las marinas de guerra, podemos encontrar gran variedad de perfiles, desde Isabel Barreto, primera Almirante de nuestra Armada en el siglo XVI (aunque lo fue por accidente), hasta María La Bailaora, bailarina y «arcabucero de galera», o Ana María de Soto, primera mujer en Infantería de Marina. Y, si pasamos a las marinas mercantes, las pioneras indiscutibles fueron las doctoras Elisa Soriano Fischer y Cecilia G. de Cosa, quienes aprobaron las oposiciones de Médico de Marina Civil en 1927.

Mientras, resulta bastante ilustrativo el hecho de que hubo que esperar hasta 1975 para poder ver a la primera mujer ingeniera naval de nuestro país, María Jesús Bobo de La Peña, a pesar de que la nuestra es una profesión con 250 años de historia. Esto no impide, sin embargo, que contemos a día de hoy con ingenieras navales de altura, como pueden ser Pilar Tejo-Mora Granados, una de las cuatro primeras ingenieras navales de España, decana del Colegio de Ingenieros Navales y Oceánicos y exdirectora de Salvamento Marítimo; Beatriz Spuch, cofundadora de BASE Solutions y evaluadora de proyectos H2020; o Lucía Santiago, doctora ingeniera naval por la UDC, en la cual es profesora e investigadora en proyectos punteros de estabilidad de buques, junto a otras doctoras ingenieras como Alicia Munín o Sara Ferreño.

A día de hoy solamente el 28% de los investigadores a nivel mundial son mujeres, número que en nuestro país asciende hasta un 42%. En cuanto a la ingeniería, en España las mujeres representan aproximadamente un 25% del total de los ingenieros. Sin embargo, en el conjunto de las áreas de negocio Naval CT Ingenieros en Ferrol, hay un 43% de mujeres ingenieras (de varias especialidades), muy por encima de la media del sector.

Y, aunque nuestros datos parezcan buenos, sigue existiendo evidencia de que, según aumenta la edad y el grado de especialización, las investigadoras promocionan a un menor ritmo que los hombres, probando así que siguen existiendo techos de cristal en el ámbito investigador.

Aun con lo difícil que es, aparentemente, llegar a ser una eminencia en este campo si se es mujer, ha habido muchas mujeres que han realizado grandes contribuciones de muy diversas formas y con muy diversos fines a todo el ámbito marino, marítimo y naval, incluso desde antes de que sus disciplinas fuesen consideradas ciencias o se les supusiese siquiera alguna aplicación útil más allá de las ciencias naturales.

Sirva este artículo como repaso a los caminos que abrieron varias de ellas.

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