Opinión | Tres en línea
Más Fitur y menos IA
Diana Morant se encarnó esta semana en ministra del Gobierno de España y se apareció por sorpresa en Alcoi y Elda, los dos mayores municipios alicantinos que los socialistas pudieron salvar de la quema en la catástrofe del 28 de mayo, dentro de la extraña estrategia que alguien, seguramente enemigo, le ha diseñado y que al parecer pasa por alcanzar la secretaría general del PSPV sin hablar del PSPV y por erigirse en oposición a Mazón, sólo que a tiempo parcial.
Pero que, aprovechando que aún son días de un cierto relajo en la caldera de Madrid, Morant improvisase una escapada sin agenda y sin más propósito aparente que el de dejarse ver (fuese y no hubo nada, que diría don Miguel), no empece para que la crítica de la titular de Ciencia e Innovación al Consell de Mazón, por su indefinición y recortes en estas materias, esté bien fundada. El discurso del president de la Generalitat -repásese su mensaje de fin de año- está trufado de referencias emocionales: los valencianos podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos, siempre que vayamos todos a una y (se deduce) con él a la cabeza. Es una apelación al «orgullo valenciano» que en el pasado le dio buenos réditos al PP. Pero las alusiones al modelo productivo anclan más en el siglo XX que en el XXI. Dejando a un lado el apartado reivindicativo (infrafinanciación, déficit hídrico, infraestructuras…), Mazón habla siempre que puede de industria, servicios y manufacturas. Pero del relato de la Generalitat ha desaparecido por completo cualquier mención a la innovación, las nuevas tecnologías o la sociedad del conocimiento. De la Inteligencia Artificial, ya ni hablamos.
En un acto organizado por Prensa Ibérica, el hombre al que se confió la puesta en marcha del exitoso parque científico y tecnológico de Málaga y lo ha dirigido durante varias décadas hasta su jubilación, Felipe Romera, explicó de una forma muy sencilla la clave para que el proyecto triunfara: siempre tuvo un respaldo sin fisuras de todas las administraciones, las gobernara quien las gobernara. Durante la mayor parte de su mandato, Romera tuvo que presentar sus planes a una Junta de Andalucía dirigida por el PSOE y a un ayuntamiento y una diputación malagueñas en manos del PP. Ninguno fue discutido. También tuvo un apoyo cerrado del mundo empresarial y de las universidades andaluzas. Ya conocen el resultado: Google, Oracle, Vodafone, Dekra, GlobalLogic, NTT o CapGemini, entre otras, han instalado allí sus centros más avanzados para Europa. Málaga aprovechó las postrimerías del siglo XX para elevar el nivel de su industria turística apostando por la Cultura (el museo Picasso abrió en 2003, pero el proyecto fue aprobado en 1996). Pero entró en el XXI teniendo claro que las tecnológicas eran la nueva frontera. Y hoy compite al máximo nivel.
El panorama aquí es el contrario. Cuando Alicante presentó la candidatura para ser sede de la oficina española de Inteligencia Artificial la Universidad Politécnica de Valencia descartó explícitamente su apoyo, rechazo usado como coartada por el Gobierno central en el informe en que dicha candidatura fue desestimada. Los principales proyectos empresariales en materia de nuevas tecnologías han ido por libre, buscando casi siempre el beneficio propio (lo que es legítimo y, sin embargo, pobre de solemnidad) pero casi nunca el bien común que hubiera proporcionado una buena coordinación. Las administraciones de distinto color, lejos de cooperar, han abanderado programas diferentes. El caso paradigmático ha sido Alicante, donde la Generalitat ha ido por un lado, la Diputación por otro y el Ayuntamiento de la capital por su cuenta y riesgo.
El Botànic puso en marcha Distrito Digital y patrocinó la llegada a la Universidad de Alicante, en alianza con la Miguel Hernández, del centro Ellis de Inteligencia Artificial. Eran proyectos de la Generalitat que el nuevo Gobierno del PP y Vox podían reconducir si querían. Incluso eliminar. Pero ofreciendo una explicación y una alternativa. Lo que estamos viendo es que Distrito Digital, cuyos planes de expansión abarcaban toda la Comunitat, ha quedado reducido a mero arrendador de espacios, por cierto a precio de oro. Y que a la Fundación Ellis (pongan en el buscador de Google «inteligencia artificial para el bien social» y comprobarán que la Comunitat aparece en la primera posición) le han recortado su presupuesto en dos tercios. Sería imperioso saber cuál es la política de Mazón en este asunto, en el que todos los territorios compiten ferozmente pero que aquí parece que ha dejado de importarnos. Porque por ahora tenemos noticia del desmantelamiento, pero no de cuál es la opción que a cambio se nos ofrece. La Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo es mucho de lo último y bastante de lo que le antecede. Pero en cuanto a lo primero, Nuria Montes no ha tenido más perfil hasta aquí que el que le construyen sus empleados en las redes sociales, descalificando todo lo que había pero sin contraponer nada, no digo mejor, sino ni siquiera equivalente. ¿Cuál es el futuro? ¿Depender de Tesla? ¿De que la coyuntura internacional siga llenando nuestros hoteles y apartamentos? ¿Continuaremos enviando extensas delegaciones oficiales a Fitur, a la WTM de Londres o a la ITB de Berlín, con el frío que hace, pero jamás un president o una consellera visitarán Palo Alto? A ver si va a resultar que el Consell va a recuperar, como seña, el «¡Que inventen ellos!». Debería tener en cuenta Mazón que la sobada expresión la incluyó Unamuno hace más de un siglo en su «Del sentimiento trágico de la vida». Lo cual que, para querer levantarnos el ánimo y el orgullo patrio a los valencianos, no podía haber elegido el president ejemplo más cenizo.
- Helicobacter pylori: así son los síntomas de la infección que afecta a la mitad de la población
- Bernabé señala que el homicidio de una mujer cuyo cadáver se halló en el maletero de su pareja no se cometió en Castelló
- Una negligencia deja a 43 vecinos sin cobrar la indemnización para reparar el garaje arrasado por la dana
- Detenida una pareja en Alicante por intentar cobrar un cupón de lotería premiado con 40.000 euros tras engañar a su dueña con un falso premio de 6 euros
- Las obras del Poyo «no habrían evitado la barrancada pero sí trasladado el problema»
- Detenidos los dos asesinos del joven al que mataron a golpes y quemaron en un campo de naranjos de Llíria
- Las lluvias desbordan el barranco de l'Horteta a su paso por Torrent
- El joven quemado en un campo de Llíria fue acuchillado y rematado de un golpe en la cabeza