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Opinión

El legado histórico

 Durante las casi dos últimas décadas, la selección española de fútbol se ha consolidado como una de las principales potencias del fubol internacional.   A lo largo de su diltada historia que alcanzó su momento álgido en el periodo de 2008- 2012 cuando se logró ganar dos veces la Eurocopa y el único mundial, son muchos los jugadores y entrenadores que han marcado la historia mundial de este deporte. Este año 2024 se ha puesto la guinda con la obtención de una nueva Eurocopa y la medalla olímpica.

  Los niños , las niñas y los adolescentes de hoy en día saborean los éxitos recientes de la selección como si los éxitos fueran un camino de rosas pero, debido a su corta edad, no se pueden hacer la idea que para llegar hasta aquí antes se ha sufrido algún que otro desencanto y fracaso.

  Para los que tenemos una cierta edad hemos sufrido más de una decepción en los torneos de la eurocopa y en los mundiales y el camino no ha sido un lecho de rosas.

  Y no es porque desde la obtención de la primera eurocopa en el año 1964 ante la antigua URSS hasta las dos últimas décadas en ese periodo de tiempo de más de cuarenta años no hubiesen excelentes jugadores y magníficos entrenadores pero a la selección le faltaba creerselo. Una y otra vez veíamos pasar de largo el sabor de las mieles del triunfo.

  Con el respeto a todos los jugadores y entrenadores que han participado en la selección, tuvo que ser dos entrenadores que marcaran las mieles del éxito: Luis Aragonés primero y a continuación Vicente del Bosque.

  Luis Aragonés puso, con su carácter y buen hacer, la semilla para que los jugadores se lo creyeran, aportando en su método de trabajo esa liturgia anímica para ganar una nueva eurocopa después de más de cuarenta años. Luis, con su estilo propio, con esas charlas exigentes en los vestuarios creó algo esencial: ambiente y piña. Transmitió ilusión, confianza y fé en sí mismos con la única finalidad que los jugadores se creyeran que podían conseguirlo. Les repetía una y otra vez aquella expresión muy suya: <Que en un campeonato no valía ser segundos porque si no quedas primero, de tí nadie se acuerda>.

  El legado lo tomó Vicente Del Bosque que, una vez roto el hielo del éxito de la eurocopa de 2008 supo crear también ese ambiente y esa piña entre sus pupilos hasta el punto de aliviar tensiones internas y que los jugadores continuaran creyéndoselo.

  Vicente fue un entrenador dialogante, diplomático, que intentaba llevarse bien y con mucha mano izquierda para facilitar la armonía y el consenso en el vestuario.

  Luis Aragonés y Vicente Del Bosque fueron dos entrenadores con personalidades diferentes pero con un mismo objetivo: que una vez por todas esos talentosos jugadores combinaran la furia de antaño, de siempre con la fé y la convicción de la roja reciente.

  En ese periodo exitoso de cuatro años se casmbió el devenir de la selección. Primero Luis con su estido de juego, con el tiki - taka para decir adiós a los fantasmas de los históricos cuartos de final.

  Después Vicente, continuando la época dorada e imparable con el tiki - taka que ninguna otra selección podía frenar y que llevó a conseguir el primer mundial y la tercera eurocopa.

  Tras ellos, la selección vivió una crisis existencial. Hubo un cambio generacional dando paso a nuevas generaciones de entrenadores y jugadores.

  Este relevo supuso una complicada adaptación en la cual la selección no encontraba su estilo de juego.

Y entonces llegó  Luis de la Fuente dirigiendo a un equipo en general muy joven que han suplido su "falta de experiencia" con una calidad intratable.

  El estilo de la selección ha evolucionado del tiki-taka del periodo anterior al fútbol de hoy, más vertical y directo.

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