Opinión | La ventana

El largometraje

Pongo la radio y me asalta que se ha producido un intento de asesinato de Trump. Me quedo a cuadros. Efectivamente vivimos en el Día de la Marmota.

Una vez que se desvele el resultado de las elecciones del 5 de noviembre no va a ser sencillo analizar lo que ha pasado y por qué. Se requerirá un compendio de tesis doctorales para escudriñar en el laberinto, salvo que la inteligencia artificial le eche arrestos y lo clave en un periquete.

Cuando nos quedamos de piedra con el que disparó y se cargaron en julio durante un acto al aire libre coincidiendo con los síntomas de senectud que venía televisando Biden dijimos no hay partido, se va a salir de la tabla. Ahora ya la repetición de la jugada reduce la intensidad del impacto y, por si fuera poco, durante un reciente mitin en Las Vegas le llevaron al candidato republicano el apoyo de una figura del reguetón y, antes de que esta apareciera por el estrado, el propio expresi lo presentó como la superestrella latina Nicky Jam: «¿Conoces a Nicky? ¡Está buenísima!» Y mira por dónde Nicky es un tío.

El hombre armado que se pertrechó a unos 400 metros del objetivo en el campo de golf cuenta con un arsenal de antecedentes y anda entregado a la causa ucraniana de modo insano. Tanto que en sus alegatos por redes también puso al presidente y a Kamala en la diana por no hacer lo suficiente. Pero esto al otro le da igual y le ha servido para señalar que la retórica de aquellos está provocando que «me disparen cuando soy yo quien va a salvar al país».

Francotiradores al margen, la encarnizada polarización allí viene con música. Taylor Swift ha puesto al patio de su género en ebullición por la ocurrencia de las huestes trumpistas de frivolizar en torno a la maternidad con eso de las «mujeres sin hijos con gatos» y tiene a los machirulos contentos.

El aspirante anaranjado ha escrito que la odia y su amiguete Elon Musk ha borrado un tuit en el que preguntaba por qué nadie atenta contra Biden y Harris. La peña anda fuera de sí. A ver si pierde Trump y lo dejan tranquilo. n

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