¿Qué contiene la factura de Mazón?

Pasó la Navidad. Y pasaron las llamadas a la serenidad. La vida rápidamente sigue igual. Carlos Mazón culpa al Gobierno de los coches que siguen durmiendo a miles en campas. Pilar Bernabé le acusa de hacer «trilerismo lingüístico» con los decretos y dice que no es digno de un ‘president’. El incendio sigue donde estaba, como los coches amontonados, con el peligro que implican.

Pasó la Navidad y vuelve la comida del año, la del 29 de octubre de Carlos Mazón en el restaurante El Ventorro con la conocida periodista. Vuelve y volverá, mientras no se diga todo y se enseñen todos los documentos. La Generalitat contesta ahora que no pagó el almuerzo, que pagó el PPCV. Vale, pero no es lo que dijo el 8 de noviembre, cuando desveló el misterio: entonces dijo que era un encuentro más de la ronda del ‘president’ para sondear a profesionales de la comunicación para dirigir À Punt.

Y la pregunta obvia es qué puede contener la factura para que Presidencia prefiera desmentirse y meterse en un brete nuevo antes que aportar el tique. Porque la única ventaja es que el PPCV tendrá que entregar el documento al Tribunal de Cuentas (y a los juzgados, si alguno lo exige), pero no a las Corts. La respuesta que levanta más incógnitas de las que resuelve es una mala respuesta. Y esta ha vuelto a suscitar un sinfín de especulaciones. ¿La factura deja mal la versión que dio en su momento la comunicadora: aquello de que el almuerzo había sido frugal, sin gintonics, con poco vino? ¿El problema es el horario: aquello de que acabó antes de las 18.00? ¿O es que no existe factura? Algunos han recuperado la sospecha de que no hubo comida en El Ventorro, a pesar de que la admitió el gerente.

Pasó la Navidad y vuelve la verdad cuestionada. Todo es cuestión de tiempo. La factura al final saldrá. Eso quiero pensar.