Opinión | Bolos

El mesías de Cheste

Corberán llega a Mestalla con toda la ilusión en su cabeza y con el reto de obrar un milagro para evitar un descenso encarrilado

Carlos Corberán en su etapa como entrenador en el Olympiacos.

Carlos Corberán en su etapa como entrenador en el Olympiacos. / AP/J.G.

La agonía de Baraja ha sido excesiva, un estrés que Lim se debió ahorrar por el bien de todos, el suyo el primero, aunque seguimos sin conocer sus planes, solo apuntados de manera breve por la presidenta Layhoon Chan, que tras el agónico empate ante el Alavés tuvo que coger un avión a Singapur para ejecutar un nuevo plan, y van unos cuantos fracasados.

Carlos Corberán llega al banquillo del Valencia el día de Papá Noel, también cargado de ilusión para obrar el milagro de la salvación. Conocido el currículo del entrenador de Cheste solo hay que esperar el oficio y trabajo necesario para sacar del pozo al equipo. Pese a la distancia, está al tanto de todo, por lo tanto, hay que alabar el reto que tiene por delante, sobre todo porque estaba en plena actividad entrenando al West Bromvich Albion en la segunda competición inglesa, con equipos que podrían jugar en LaLiga. De él depende quitarse de encima esa sensación que ha calado en el entorno blanquinegro de ser un técnico de futuro pensando ya en Segunda. Le han prometido fichajes en el mercado de invierno, pero veremos si Meriton cumple por fin la promesa.

El Valencia cerrará la primera vuelta con menos de quince puntos. Tiene doce en el casillero y aún faltan dos para cerrar el primer ciclo de la temporada, el Madrid en Mestalla, y el Sevilla en el Pizjuán. Así que necesita sumar el doble que Baraja para evitar el descenso. Los milagros no existen, pero todo puede pasar. Sobre el papel, los equipos que ha entrenado Corberán destacan por su juego ofensivo y presión alta, opciones muy limitadas con la plantilla actual. Además, ha demostrado un estilo basado en la posesión del balón, las transiciones rápidas y una defensa organizada, o sea, un ritmo muy inglés.

Cuentan los expertos en la Premier, que el nuevo técnico valencianista busca dominar el partido con el control absoluto del centro del campo e insisten que una de sus constantes en todos los clubes que ha entrenado es su presión para recuperar el balón. La teoría pinta bien, ahora falta aplicarla a unos jugadores que se han visto superados física y mentalmente en los últimos partidos.

El primer contacto con la plantilla, estudiados todos los informes aparte, lo tendrá mañana en Paterna. Viene arropado con un equipo joven y sobradamente preparado, así que en sus aciertos está el futuro deportivo, y por supuesto también el otro, del Valencia. El fútbol consiste en marcar y ganar.

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