Opinión | Punto y aparte

Feijóo se contagia del ‘efecto Mazón’

El líder nacional del PP protagoniza una esperpéntica visita a varios municipios arrasados por la dana, huyendo de los medios, y con temor a los abucheos

Mazón y Feijóo, en una imagen de archivo.

Mazón y Feijóo, en una imagen de archivo. / Jorge Gil / Europa Press

La lluvia de barro, piedras e insultos que el 3 de noviembre cayó sobre los Reyes, Pedro Sánchez y Carlos Mazón (entre otros) en su visita a Paiporta se ha convertido en la pesadilla que ningún político quiere vivir (o revivir según quien) en carne propia. La ira descontrolada de gente absolutamente desesperada, en un acto en el que el protocolo saltó por los aires y en el que ni títulos reales ni cargos oficiales sirvieron de barrera protectora frente al enfado popular, marcó un antes y un después, y también la agenda de algunos líderes políticos. Ni Mazón ni Sánchez han vuelto a la zona cero de la dana en l'Horta Sud, la más perjudicada, y entre quienes sí lo han hecho hay algunos que realizan auténticos ejercicios de contorsionismo para evitar ser reconocidos y abucheados. En algunos casos, como el de ayer del líder nacional del PP, rayando el esperpento, por no decir que nadando en él. 

Porque lo que hizo ayer Alberto Nuñez Feijóo en València es, como mínimo desconcertante. Génova envía una nota de prensa por la mañana anunciando una visita sorpresa a los municipios de la dana pero, aunque anuncia que es «privada», no desaprovecha la ocasión y recalca que el presidente del Gobierno está «con Franco» (en relación a los actos conmemorativos del 50 aniversario) mientras Feijóo está «con los valencianos». 

Pues que quieren que les diga: con los valencianos mucho, mucho no ha estado. Es decir, llegó y se fue corriendo de cada uno de los municipios que visitó como alma que carga el diablo. Estuvo tan poco tiempo que a lo sumo pudo oír a tres o cuatro valencianos, cinco máximo. El sexto se quedaba esperando mientras volaba al siguiente destino. El objetivo también era evitar, como fuera, a los medios de comunicación. No me pregunten ustedes porqué pero desde primera hora, el aspirante a presidente del Gobierno y su equipo estuvieron intentando burlar a los periodistas para no obtener ni una imagen. 

Tanto querer evitarlo y al final le ha pasado al PP nacional lo que ya sufre el PP valenciano: el conocido ‘síndrome Mazón’ o el temor a ser reconocido en cualquier espacio público afectado por la tragedia y abucheado por la ciudadanía. Es tal el pavor que el president de la Generalitat tiene a revivir el trauma de Paiporta que no ha vuelto a esta ciudad pese a ser el máximo representante político en la Comunitat Valenciana de todos y cada uno de sus vecinos. 

Ir a las localidades arrasadas y esconderse es un acto de estrategia política difícil de entender a no ser que Feijóo no quiera escuchar lo que tres manifestaciones y miles de personas llevan diciéndole desde hace meses: que releve del cargo a la persona que ostentaba la presidencia de la Generalitat cuando el barranco se salió y nadie avisó

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