Opinión | Editorial

Una necesaria revisión por la seguridad

Ayer, los responsables políticos con Mazón a la cabeza pudieron comprobar de nuevo el malestar vecinal y las exigencias de tomar medidas de forma inmediata

Derrumbe de un garaje en la localidad valenciana de Benetússer.

Derrumbe de un garaje en la localidad valenciana de Benetússer.

La muerte ayer de otro trabajador en Benetússer en el derrumbe parcial de una escalera que conectaba el garaje de dos edificios pone sobre la mesa la necesaria revisión de las medidas de seguridad e inspección en plena desescalada. No es la primera vez que sucede algo así. En noviembre, otro operario perdió la vida en un colegio de Massanassa cuando cedió parte de la cubierta de una pasarela.

En ambos casos la seguridad de los equipos de trabajo que están limpiando lodo y retirando (cada vez menos) restos de la barrancada ha quedado en entredicho con resultado fatídico. No se trata de una riada, sino de accidentes que ocurren en espacios e inmuebles sometidos a un deterioro que sí se puede cuantificar y evaluar. En algunos casos se trata de garajes que llevan casi tres meses inundados y de estructuras que quizá no están diseñadas para soportarlo.

La administración debe tomar cartas en el asunto y revisar los protocolos y medidas de seguridad para evitar que se produzcan más tragedias. Se trata de una prioridad en pleno debate de la desescalada y todas las dudas que ésta suscita. Se trata también de una obligación que la sociedad les exige literalmente a gritos, ahora más que nunca.

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en el lugar del accidente de Benetússer.

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, en el lugar del accidente de Benetússer. / Eduardo Ripoll

Ayer, los responsables políticos pudieron comprobar de nuevo el malestar vecinal de quienes oyeron el ensordecedor ruido del desplome y las llamadas de auxilio de los trabajadores. No se trata de política ni de buscar culpables, sino de garantizar que las urgentes labores de limpieza se realicen con plenas garantías de seguridad. Las empresas que están trabajando en los garajes deben hacerlo en las mejores condiciones y por ello ayuntamientos, técnicos municipales y el resto de administraciones deben coordinarse para determinar qué controles hay que realizar antes de permitir que los trabajadores pongan de nuevo en riesgo sus vidas.

El operario fallecido ayer llevaba algo más de un mes trabajando a diario en el sótano de Benetússer. El propio equipo de limpieza había alertado hacía días de la aparición de una pequeña grieta en una de las rampas del garaje, aunque según les informaron no había riesgos de derrumbes. Delegación del Gobierno confirmó que sí se había realizado una inspección previa al edificio sin que se detectara riesgo alguno para la seguridad de los residentes. No ha sido suficiente.

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