Opinión

La incertidumbre Trump

Trump sacude a Estados Unidos y al mundo con una agitada primera semana en la Casa Blanca.

Trump sacude a Estados Unidos y al mundo con una agitada primera semana en la Casa Blanca. / Efe/Bizuayehu

Algunos le llaman la era Trump, otros un nuevo tiempo, el nuevo orden o lo que el mismo denomina, la era dorada, lo cierto es que comienzan a suceder cosas que no habían pasado nunca o al menos de difícil recuerdo. Cuando todavía era presidente electo, en el periodo previo, ya se anunciaban varias de las medidas que pensaba adoptar en cuanto tuviera capacidad de firma, y la expectativa no ha defraudado. En su primer momento en la Casa Blanca, ha firmado más decretos urgentes que ninguno de sus antecesores, toda una exhibición de poder. 

Si alguno podía llegar pensar que se trataba de bravuconadas o que la toma de posesión iba a provocar algún nivel de reflexión, que investido como presidente tomaría las cosas con más calma, con cuatro años por delante y una mayoría suficiente para hacer lo que le venga en gana, ha querido dejar bien claro que «va a por todas»; el Trump de la campaña ha entrado como un vendaval, no solo por la urgencia en tomar medidas sino también con los nombramientos de sus personas de confianza, que también ofrecen pistas acerca de lo que vamos a ver en este tiempo nuevo, incorporando perfiles inquietantes que nada tienen que ver con aquellos que les han precedido.

De momento, se ha convertido en el primer titular de la prensa americana, europea y por supuesto también de toda la española. Si hay un elemento de coincidencia en la forma de recibir al nuevo ocupante del despacho oval, ha sido la incertidumbre. Raro es el análisis que no lleva aparejado una serie de escenarios sobre los cuales se pueden intuir importantes cambios, que van a afectar de manera muy directa, entre otras, a la economía, la geopolítica, el medioambiente, las políticas migratorias …. En todas ellas, la falta de certeza y la inquietud está presente, y se abre un periodo de difícil predicción. 

Esta sensación mundial, sin lugar a dudas, va a comenzar a producir efectos, de momento, da la impresión que nadie quiere contravenir las intenciones del nuevo mandatario, a pesar de la gravedad que se desprende de alguna de las decisiones tomadas. Esta falta de seguridad sobre el futuro genera fragilidad, tanto a nivel personal, como en los distintos gobiernos que, a la vista de estas primeras señales, no están demostrando reacciones de relevancia, algo que se puede definir como cautela o simplemente como un miedo paralizador. 

La paradoja mayor se produce cuando se advierte la gran seguridad que emana de aquellos que estaban ávidos de recibir alguna de estas decisiones, posiblemente una de las más llamativa, haya sido el indulto a los asaltantes al Capitolio. Algunos de ellos, aseguraron a los jueces que los estaban condenando, que serían absueltos, tal y como ahora ha sucedido. Un mensaje difícil de calificar, si al responsable máximo de proteger el bien común y salvaguardar aquellas normas y formas de organización colectivas, se le ocurre premiar a los que se empeñaron en subvertir el orden, está mandando un mensaje subliminal de incertidumbre, especialmente para aquellos que no piensen como él está diciendo que deben de pensar.

Tracking Pixel Contents