Opinión | La ventana

Con el corazón por bandera

Apenas seis meses después de su estreno he vuelto a verla. Y no he notado la misma emoción. Pásmense: he sentido más aún. Ese arranque con las criaturas portando sacos de arena para levantar sus casas contra viento y marea sobre parcelas adquiridas en un lugar inmundo con el dinero que no tienen conmueve. Son compatriotas llegados de la parte de abajo a zonas más pudientes en busca de una oportunidad a mediados del siglo pasado al igual que en este dan el salto desde más al sur jugándose la vida porque no aguantan y despidiéndose en no pocos casos de ella. Y solo que lo intenten molesta.

Se llevara o no las distinciones de mayor rango da igual. En su trayecto por las pantallas, El 47 ha recogido el afecto y consideración de miles de paisanos que han visto en ella la película en blanco y negro protagonizada por padres, abuelos... que pusieron con tanto sudor la primera piedra para que la trayectoria vital de los descendientes fuese en color. El director y guionista a cuatro manos ha sabido zafarse de ataduras, siglas, clichés poniendo el acento en la solidaridad cotidiana. Y si en lugar de colocar a un niño como tuvo el protagonista real de la historia saca a una cría no pasa nada. Lo que han urdido los creadores con el peso de esos orígenes es montarlos a lomo de Eduard Fernández y de Clara Segura, que están para comérselos, rebozarlos en ternura y dejar la fibra sensible hecha un flan.

La lluvia de estrellas llegó desde una constelación inesperada. En los Gaudí, el fabulador del momento, Eduard Sola, agradeció el reconocimiento a Casa en flames sobre las peripecias de una parentela burguesa en el chalé de la Costa Brava con palabras que todavía resuenan: «Mi familia está lejos de ser esta. La mía es orgullosamente charnega. Mi abuelo era analfabeto y yo me dedico a escribir. Recojo este premio gracias a la escuela pública. Acojamos a los de fuera con los brazos abiertos y veremos como en unos años escribirán grandes historias catalanas». No era venganza. En todo caso justicia poética.

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